Lizy Tagliani fue convocada por Marcelo Tinelli para formar parte del Bailando 2014 como reemplazo de Mariana "Loly" Antoniale. Si bien ella trabaja como estilista de famosos y es columnista del programa radial de Santiago del Moro, muchos aún no conocen su historia.
Hace un tiempo, ella le contó a Baby Etchecopar en su programa El ángel de la medianoche cómo fue su infancia y cómo se dio cuenta que quería llevar una vida como mujer.
"Nací en Adrogué, en Zona Sur, en una familia compuesta por mi mamá (ama de casa, murió), mi papá (carnicero, murió) y yo. A los 7 años ya me disfrazaron con una pollerita escocesa en el colegio en la fiesta del Día de la Raza y dije 'esto es lo mío'. Me senté en el auto frente a mi mamá y mi papá y les dije 'yo me quiero llamar Carla Marina Marconi', no sé de dónde saqué ese nombre", relató Lizy.
A ella la llaman como mujer, pero en su documento aún tiene nombre de varón: "Antes de ser Lizy fui Luisito. No me jode el nombre de varón, mi DNI sigue diciendo Edgardo Luis porque me da fiaca hacer todos los trámites. Yo no me considero hombre. Me puse Lizy porque mi abuela me decía así".
Tagliani vive con mucha naturalidad su sexualidad. Su primera relación fue con un hombre a los 18 años y no con quien había sido su novio porque le daban vergüenza sus genitales: "Lo viví como una sitcom. Todo lo conseguí y viví la vida tan naturalmente. No me interesa militar. Todos somos discriminados y discriminadores. Sólo nosotros somos capaces de ponerle freno a una palabra. Me pegaron por ser bocona, pero no por ser travesti. Desde los 13 años que me visto de mujer. Sumado a que no soy muy linda, imaginate las barbaridades que me decían. La mayoría se siente muy atraído por la parte masculina del travesti, pero te tienen que tratar como una mujer".
Actualmente, ella está soltera, luego de una relación durante ocho años. Y, tras sufrir en su adolescencia, hoy se siente mucho más segura con su cuerpo: "No me considero que nací en un cuerpo equivocado, ni que tengo una mujer encerrada en el cuerpo de un hombre. Dentro de las mismas minorías hay mucha discriminación. Hay boliches gay friendly donde los travestis no pueden entrar".
"Desde muy chiquita sabía que quería tener tetas y que no quería salir a ejercer la prostitución. Me vi mariquita, muy afeminado y dije 'bueno, me hago peluquera'. Me fue muy bien, empecé de muy abajo. No hice mi fortuna con los famosos, vinieron después. Siempre trabajé en la peluquería. Como era graciosa, me invitaron a un bar a hablar, después a la radio de Santiago del Moro un día y así arranqué", detalló.
Ahora que triunfa, recuerda a su madre, la persona que más quiso en la vida: "Siento que mi mamá sigue estando. Me he quedado con mucho para decirle. Siento que todo lo que me está pasando ella de alguna manera me lo deseó".