Los piquetes ahora se llaman "caravanas solidarias". Ése es el nombre que eligieron los trabajadores despedidos de Lear y los militantes que este miércoles se movilizaron por la Panamericana para reclamar respuestas del gobierno bonaerense.
El método de protesta surgió esta mañana luego de que la Gendarmería bloqueara el acceso a pie a la calzada principal de la Panamericana. Un grupo de personas que apoyan el reclamo se subieron a sus autos particulares e ingresaron a la circulación de vehículos en cadena. Este bloque de vehículos bajó la velocidad cuando llegó a la altura de Pacheco, donde estaba prevista la protesta, sin detener por completo la marcha.
Esta maniobra generó un piquete de hecho y una gran congestión, que dejó sin demasiada reacción a la Gendarmería. Los efectivos que habían hecho un cordón para evitar el ingreso a la Panamericana sólo atinaron a anotar los números de patentes de los autos que estaban detenidos sobre la Panamericana.
Los conductores que encabezaron la "caravana solidaria" argumentaron que eran los integrantes de Gendarmería los que estaban bloqueando la circulación y que su intención era continuar avanzando hacia la Capital. Mientras se sucedían las discusiones con los integrantes de las fuerzas de seguridad, otra caravana apareció por la mano contraria y durante algunos minutos la Panamericana estuvo bloqueada en su totalidad.
¿La caravana solidaria está penada por la ley? Actualmente existe una gran discusión jurisprudencial y doctrinaria sobre los alcances del artículo 194 del Código Penal, que sanciona con prisión de tres meses a dos años a quien "impidiere o estorbare" el transporte. Hay jueces que creen que los piquetes deben ser penados y otros que no. Incluso hay una causa en donde el secretario de Seguridad Sergio Berni quedó procesado por intentar impedir una manifestación.
En el caso de una "caravana solidaria" el debate es similar. Hay una acción deliberada para entorpecer el tránsito además de las eventuales multas de tránsito que pudieran llegar a labrarse por circular a velocidades por debajo de la mínima permitida e incluso por estacionar en un lugar no permitido, en el caso de hoy, la Panamericana.