De acuerdo con las investigaciones preliminares realizadas por los Estados Unidos, el avión de Malaysia Airlines que se estrelló la semana pasada fue derribado por los militantes prorrusos del este de Ucrania, aunque nada sugiere que Rusia haya participado en el atentado. Los expertos deslizaron, además, la posibilidad de que haya sido "un error" de los separatistas.
"La explicación más plausible es que se trató de un error" y que el misil haya sido disparado por "un elemento mal entrenado" utilizando un sistema que requiere cierta destreza y entrenamiento, indicó el funcionario a la prensa, si bien pidió mantener el anonimato. "Todos hemos visto errores en el pasado", agregó.
Según precisaron, no había ningún ruso entre los atacantes, ni hay pruebas de que quienes dispararon el misil SA-11 hayan sido entrenados en Rusia. Sin embargo, responsabilizaron a Moscú de haber creado un clima "propicio" al atentado por darles su apoyo a los insurgentes. También rechazaron las alegaciones del gobierno de Vladimir Putin, que responsabilizó a Kiev.
El vuelo MH17 fue alcanzado por un misil cuando traspasaba territorio ucraniano el jueves pasado. Las 298 personas que viajaban a bordo murieron en el acto. "Los cuerpos caían como lluvia", relató una testigo de los hechos. Sólo 200 cadáveres pudieron ser recuperados y enviados en un tren refrigerado desde Donestk hacia la ciudad de Jarkov, de donde partirán aviones con destino a Holanda.
El análisis de las cajas negras del avión, que fueron entregadas por los prorrusos a las autoridades malasias y serán estudiadas por el Reino Unido, dará cuenta de cómo fueron los últimos minutos de la tripulación antes del impacto del misil. Las pericias y los trabajos de inteligencia complementarán esa información.