"Son atentados que rechaza todo Chile. Lo que sucedió anoche y en el Metro es inaceptable, sobre todo lo del Metro porque iba a atentar contra personas. Por lo tanto, estos grupos que están buscando esta fórmula, que están usando estas bombas, atentando contra las personas y contra la propiedad, merecen el mayor castigo de la ciudadanía y de nuestro país", condenó este martes el ministro del Interior y Seguridad Pública, Rodrigo Peñailillo.
Nuevos ataques con explosivos ocurrieron en las últimas horas en el centro de Santiago y el gobierno de Michelle Bachelet aclaró que, de ser necesario, aplicará la ley antiterrorista. "Lo vamos a analizar en detalles. Esta ley se debe usar sólo en algunos casos y se debe cumplir con varios requisitos", dijo el funcionario.
El primer incidente fue la semana pasada en la estación Los Dominicos. La detonación fue luego de que el tren terminara su recorrido, por lo que no hubo que lamentar víctimas fatales. Según contó el maquinista de la formación, una mochila había sido abandonada debajo de uno de los asientos del primer carro del tren.
El bolso tenía dentro un extintor y una serie de cables, por lo que avisó del hallazgo a personal de seguridad. Sin embargo, mientras se esperaba la llegada de personal especializado de Carabineros, el artefacto explotó, causando daños en los asientos y ventanas del carro, de acuerdo con el periódico El Mercurio.
El lunes por la medianoche, fue atacada con artefactos incendiarios la iglesia Santa Ana, mientras que este martes fueron detectados nuevos explosivos en la calle Almirante Eyzaguirre, al lado de un jardín de infantes, lo que hizo encender aún más las alarmas de las autoridades.
"Esperemos que esto no siga, pero claramente obliga a que las investigaciones de las policías y el trabajo del Ministerio Público sea más rápido y acelerado, y así lo antes posible podamos tener antecedentes de quiénes son estas personas", aseguró Peñailillo.
Aunque tdavía no fueron identificados los responsables, testigos indicaron haber visto a dos personas corriendo en dirección al sur tras los estallidos en la iglesia. "Nuestra acción insurreccional es un gesto solidario con los compañeros Francisco Solar y Mónica Caballero, detenidos en España", decía un panfleto dejado en el lugar. Se trata de dos anarquistas chilenos que el 4 de julio fueron procesados por un juez español por la colocación de una bomba en la basílica del Pilar de Zaragoza el 2 de octubre de 2013.