Es muy habitual que hagamos cosas sin darnos cuenta, sobre todo si estamos nerviosos. Distintos especialistas señalan que algunos hábitos que realizamos a diario pueden ocasionar un daño importante en nuestra salud. Morderse las uñas por miedo o ansiedad, hacer "rechinar" los dientes o mascar chicles son costumbres que nos pueden hacer mal. Mirá la lista de los hábitos que tenés que tratar de abandonar.
Morderse las uñas
Una cosa es si sólo te muerdes las uñas en las películas de miedo, pero algo muy diferente sucede cuando se convierte en un hábito regular: puede dañar tanto las uñas como la piel alrededor de ellas, dice Michael Shapiro, un dermatólogo de Nueva York.
Los gérmenes de la boca se transfieren a la piel y viceversa. "Las bacterias debajo de las uñas también pueden ser transferidas a la boca, causando infecciones en las encías y la garganta", comenta el doctor Shapiro. La pintura de sus uñas puede desalentar ese hábito de morderse.
Los "juegos" con el cabello
Girar y girar un pedazo de cabello alrededor de su dedo puede provocar daños en la raíz con el tiempo, dice el dermatólogo Ariel Ostad. "Esto puede resultar en áreas temporales o permanentes de la pérdida de cabello", dice el doctor Ostad.
Hacerse "sonar" el cuello
Aunque esto puede dar una sensación de relajación, se producen pequeñas grietas que hacen que el cuello se lesione. Michael Gleiber, un cirujano ortopédico y profesor asistente de la Universidad Atlántica de La Florida, además afirma que este movimiento excesivo puede causar un desgaste en las articulaciones y además convertirse en artritis con el tiempo. Incluso, en casos raros, puede desencadenar un accidente cerebrovascular.
Tocarse la cara
Tocarse repetidamente la cara o sacarse el acné puede dañar capas microscópicas muy finas de la piel, dice la dermatóloga Jessica Krant. "Si sangra, puede que acabe de crear una cicatriz permanente", afirma.
Hacer "rechinar" los dientes
Apretar o rechinar los dientes cuando estás bajo estrés puede causar estragos en tu a href="https://www.infobae.com/" rel="noopener noreferrer" salud/a oral. Se puede dañar tu dentadura y también la mandíbula. Justin Philipp, quien tiene una clínica dental en Chandler, Arizona, subraya: "La gente aprieta o rechina los dientes como una respuesta al estrés. Sin embargo, la mayoría de los casos son el resultado de una patología".
Chupar caramelos duros
Chupar caramelos duros baña los dientes en azúcar, que puede conducir a la caries, dice Philipp. Las bacterias se alimentan del azúcar, lo que crea un ambiente perfecto para la caries dental.
Lamer o morderse el labio
Lamer los labios con nerviosismo los expone a las enzimas digestivas de su boca, dice Whitney Bowe, un dermatólogo certificado por el consejo de Nueva York. "Estas enzimas pueden causar dermatitis e inflamación, que hacen que los labios parezcan secos y agrietados". Morderse los labios puede causar el desarrollo de fibromas.
Morder en la zona interior de la mejilla
Al igual que morderse las uñas, esta costumbre también puede convertirse en un hábito nervioso. "A menudo, la parte interior de la mejilla se hincha y se hace más fácil continuar mordiendo el mismo lugar", comenta el doctor Ringer. "Incluso después de que se cure el hábito continúa", agrega.
Mascar chicle
Pone en riesgo la salud de los dientes y también la mandíbula. Además puede ocasionar enfermedades digestivas.
Mordisquear los extremos de lápices y bolígrafos
El principal problema de este hábito es el tema de los gérmenes, que pueden esconderse en los extremos de las plumas. Si uno muerde esos elementos, esos gérmenes ingresan por la boca a nuestros cuerpos.