El Gobierno se esfuerza desde hace días para remarcar la trascendencia de la visita del presidente chino, Xi Jinping, que viene acompañada de inversiones y anuncios. El viernes la presidente Cristina Kirchner firmó acuerdos con su colega para la construcción de dos represas hidroeléctricas en Santa Cruz y mejorar el ferrocarril Belgrano Cargas, más un swap de monedas. Y hoy siguieron las reuniones entre las delegaciones.
En el palacio San Martín, el canciller Héctor Timerman y los ministros Axel Kicillof (Economía), Débora Giorgi (Industria), Julio De Vido (Planificación) y Florencio Randazzo (Interior y Transporte) participaron de un acto con la comitiva china para oficializar el "mecanismo de diálogo estratégico para la cooperación y la coordinación Económica".
Pero mientras que el kirchnerismo busca mostrar el trabajo conjunto con autoridades y empresarios de ese país, economistas que integran los equipos de trabajo de los probables precandidatos presidenciales Mauricio Macri y Sergio Massa hacen oír sus reparos.
"Yo dividiría esto entre comercio, infraestructura y acuerdos financieros. El acuerdo financiero es una absoluta fantasía, como la que firmó (Martín) Redrado en 2010, donde se supone que hay un aporte de yuanes para fortificar las reservas del banco central que están en cero. Ahí lo único importante son los dólares", afirmó Carlos Melconian, del PRO.
El ex presidente del Banco Central Aldo Pignanelli, ahora en las filas del Frente Renovador, también le restó importancia a la moneda china. "El Yuan es una moneda que no tiene inserción internacional. Ni siquiera se puede contabilizar como reserva", analizó.
"No es que van a ingresar dólares a la Argentina, sino productos que vamos a tener que pagar", insistió Pignanelli. Apenas reconoció que podría servir para "importar más cosas desde China, nada más".
Algo similar evaluó el ex titular del Banco Central y compañero de Pignanelli en el Frente Renovador, Martín Redrado, quien consideró que un swap con China es bueno para el comercio, pero neutro para las reservas.
Melconian le restó además pesó a las inversiones anunciadas. "Si las licitaciones de las represas han sido como corresponde, los chinos lo que tienen que aportar, más que generosidad, son máquinas, y vendernos".
En sintonía, Pignanelli afirmó: "No es que van a ingresar dólares a la Argentina: nos dan un crédito para importar máquinas y equipos chinos".
No obstante, Melconian destacó el espíritu del diálogo con China: "Lo que más celebro es la apertura mental para sentarse a negociar con todo el mundo, en una negociación que espero que sea pícara, como los progresistas dicen".
Entre los convenios firmados con la delegación china figura una disposición para explorar el aumento de exportaciones argentinas a China de productor como la carne, las manzanas y las peras. Sin embargo, el titular de la Sociedad Rural, Luis Miguel Etchevehere, se mostró desconfiado.
"No sabemos a qué se comprometieron, ni cómo, ni para qué", dijo al ser consultado por esos acuerdos. "Lamentablemente no los conocemos no tenemos ni idea de que es. No sabemos a que se ha comprometido. Pero de lo que sí estamos seguro es que no les creemos una palabra", añadió.
En la otra vereda se paró el director ejecutivo de la Asociación de Supermercados Chinos, Miguel Ángel Calvete, al advertir que América Latina es atractiva para China porque es "el principal comprador mundial" de materia primas.
"China hoy es el segundo socio más importante tanto de la Argentina como de todos los países de Latinoamérica. No nos olvidemos que el 60 por ciento de las exportaciones de la República Argentina tienen como destino China, en el caso de Brasil el 62 por ciento, y lo mismo ocurre con otros países de Latinoamérica", evaluó.