Por expertos y por ciudadanos de a pie, en el mundo entero la a href="http://www.infobae.com/temas/inflacion-a255" rel="noopener noreferrer" inflación/a es uno de los datos más observados y analizados, ya que ayudan a comprender cuánto rinden los salarios en cada uno de los países y en qué medida los estratos más bajos –los más afectados- se ven perjudicados por el aumento generalizado y sostenido de los precios. Más aún, como dicen los especialistas, constituye un indicador –entre otros- que habla de la "salud económica" de los Estados. En ese sentido, a href="http://www.infobae.com/lugares/venezuela-a77" rel="noopener noreferrer" Venezuela/a y la a href="http://www.infobae.com/lugares/argentina-a317" rel="noopener noreferrer" Argentina/a registraron las variaciones más marcadas en lo que respecta a los costos de los productos.
El país gobernado por Nicolás Maduro hace tiempo padece dificultades con su economía en general y, en particular, con la inflación. Es un problema que, de hecho, el actual mandatario heredó de su antecesor, Hugo Chávez y luego profundizó.
Pero si en 2007 el aumento de precios en Venezuela ya era alto -27%- y en 2013 trepó hasta el 42%, las última medición –dada a conocer días atrás- registra una inflación interanual del 60,9%, según refleja la prestigiosa revista británica iThe Economist/i.
Con semejante cifra, el chavismo se reveló incapaz de resolver, a lo largo del tiempo, sus problemas inflacionarios. Tales vicisitudes lo llevaron a estar en la cima mundial: actualmente, Venezuela es –por lejos- el país con mayor inflación del planeta.
En el segundo lugar del ránking se mantiene la Argentina, con el 36,9% de inflación interanual. Si es cierto que el gobierno está haciendo esfuerzos por devolverle credibilidad a un sistema de estadísticas –el INDEC- que los propios Kirchner se encargaron de destruir desde 2007, todavía no logró reducir las variaciones de precios.
Completa el podio inflacionario la Siria del dictador Bashar Al Assad, que también supera el 30%. Pero como si fuera poco para este país que se encuentra sumido en una larga guerra civil que ya lleva tres años, los problemas económicos –aumento de precios, alto desempleo, caída de la moneda y el estancamiento de la producción de petróleo- se ven agravados por profundas crisis humanitarias, tal como lo evidencia la escasez de alimentos.
Ante semejante emergencia, el Consejo de Seguridad de la ONU autorizó la apertura corredores humanitarios. Ello puede ayudar a paliar en parte la situación. Sin embargo, ello no conseguirá reducir la inflación, que podrá mantenerse a niveles tal altos como hasta ahora.