Argentina cayó en el estadio Maracaná por 1-0 ante Alemania en la final del Mundial de Brasil y aunque el objetivo máximo no se cumplió cerró en Río de Janeiro su mejor Copa en 24 años: un subcameponato para destacar por la entrega de un equipo que dejó todo y que en la última bola cayó, tal vez de manera injusta por lo hecho durante el partido, ante el mejor equipo del certamen.
Mario Götze, que había entrado en los instantes finales del tiempo reglamentario (minuto 88) en sustitución de Miroslav Klose, recibió un pase desde la izquierda de André Schürrle y después de controlar la pelota con el pecho ejecutó una volea ante Sergio Romero, quien nada pudo hacer.
Fue la tercera final de un Mundial entre Argentina y Alemania -algo inédito en la historia-, con dos victorias ahora para los germanos, que también se impusieron 1-0 en Italia-1990, y una para la Albiceleste, 3-2 en México-1986.
Para Argentina significó también la tercera derrota en una final. Alemania, que llegó a esta instancia por octava vez, un récord, se impuso además de en 1990, en Suiza-1954 y en casa en 1974.
El equipo de Alejandro Sabella hizo un planteo muy inteligente para maniatar a la máquina alemana, que venía de vapulear 7-1 a Brasil en semifinales y no tuvo muchas ocasiones de gol durante los 120 minutos, aunque una definición precisa de Götze lo dejó sin nada.
La emotivo final, celebrada en una espectacular tarde soleada ante 74.738 espectadores, marcó el cierre de un Mundial que Brasil organizó de manera perfecta a pesar de los temores iniciales por protestas sociales.
Autor de cuatro goles en los primeros tres partidos de Brasil 2014, Messi arrancó con todo, pero no volvió a marcar y su sueño de igualar a Diego Maradona quedó trunco sobre el final.
Para 'La Pulga' y la mitad del plantel argentino, la derrota marcó un nuevo capítulo de la 'pesadilla' teutona, ya que los europeos habían eliminado a la "Albiceleste" en cuartos de final de los dos últimos mundiales, con un humillante 4-0 en Sudáfrica 2010 y por penales en Alemania 2006.
Dominio alemán, Messi encendido
A pesar del deseo del volante Ángel Di María de jugar de entrada, Sabella repitió el once que derrotó a Holanda por penales en semifinales, con Enzo Pérez en su lugar.
De su lado, el entrenador alemán Joaquim Low había ratificado al equipo que goleó 7-1 a Brasil en la misma instancia, pero a último momento el mediocampista Sami Khedira tuvo que ser reemplazado por Christoph Kramer.
Como se presumía, Alemania monopolizó el balón durante largos pasajes de la etapa inicial ante una Argentina retrasada y más ocupada en proteger a Romero, que el domingo batió el récord sin recibir goles en un Mundial del legendario Ubaldo Fillol en 1978, llevándolo de 374 a 486 minutos.
La ola alemana avanzaba con Philipp Lahm subiendo por derecha, Mezut Ozil al mando por izquierda y Thomas Müller y Miroslav Klose buscando el hueco en la cerrada defensa albiceleste con rotaciones permanentes.
Pero a los germanos le costaba generar peligro y la primera gran chance, sobre los 20, fue Argentina, cuando Gonzalo Higuaín quedó cara a cara con Manuel Neuer tras un error de Toni Kroos con un cabezazo hacia atrás que el delantero del Nápoles no supo capitalizar.
Sobre la media hora, Low sumó otro problema inesperado, con la salida por lesión de Kramer, sustituido por André Schurrle.
Argentina esperaba y salía rápido cuando podía, explotando el flanco débil de su rival, el lateral izquierdo Benedikt Hoewedes, con Ezequiel Lavezzi y Messi, muy activo.
Una escapada de "La Pulga" por ese sector casi termina en gol pero entre Neuer y Jerome Boateng, sobre la línea prácticamente, salvaron.
Del otro lado, Alemania también tuvo sus llegadas, como un remate muy débil de Kroos solo en la puerta del área y, sobre todo, un cabezazo de Hoewedes tras un córner en el cierre de la etapa que dio en el palo ante un Romero vencido.
Agüero a la cancha
Sabella movió el banco de entrada y Sergio Agüero saltó al campo por un Lavezzi, que sin embargo había jugado muy bien.
Con los equipos todavía acomodándose, Messi se lo perdió de manera increíble entrando solo por derecha con un remate cruzado que se fue junto al palo de Neuer.
Sobre los 13 se produjo una acción de penal en el área alemana, cuando el arquero salió a rechazar una pelota larga en dirección de Higuaín e impactó con todo al atacante, sin que el italiano Nicola Rizzoli viese falta.
Con una Alemania que nunca renunció a su estilo ofensivo, el partido se hizo de ida y vuelta. Faltando un cuarto de hora, Rodrigo Palacio entró por un Higuaín agotado y a continuación Fernando Gago por Pérez y Götze por Klose del otro lado.
Los últimos minutos en los 90 fueron otra vez de dominio teutón con varias aproximaciones serias, como un remate de Kroos entrando al área solo que se fue junto a un palo.
En la primera parte de la prórroga, cada uno tuvo la suya: Schurrle se encontró con un Romero fantástico al inicio y Palacio tuvo su gran oportunidad cara a cara con Neuer pero se apuró y definió mal con un toque alto.
El partido parecía irse a una infernal definición por penales, hasta que apareció Götze y le dio la Copa y la gloria a los alemanes.