El secuestro y posterior asesinato de tres jóvenes israelíes en territorio cisjordano ha desatado una nueva ola de violencia en la región. Con el asesinato de otro joven, palestino, posiblemente como un ajuste de cuentas por mano propia, y la posterior proclama de venganza de Hamas, el delicado equilibrio en la región corre el riesgo de romperse.
Pero la nueva escalada bélica entre los palestinos e Israel está lejos de ser un rayo en cielo sereno. En efecto, una mirada más amplia sobre el panorama regional debe incorporar los tres años de a href="http://www.infobae.com/2014/03/15/1550308-la-guerra-civil-siria-cumple-tres-anos-146000-muertos-y-9-millones-refugiados" rel="noopener noreferrer" Guerra Civil en Siria/a con su más de 150.000 muertos y sus 9 millones de desplazados.
Y no es el único elemento a considerar. Hace poco más de un mes, los yihadistas del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) se levantaron contra el gobierno de Nuri Al Maliki en una avanzada que comenzó en la frontera con Siria y que avanzó (y todavía avanza) hacia el sureste. En el camino, tomaron Mosul, Tikrit, Ramadi y Fallujah, y actualmente amenazan con avanzar sobre la capital, Bagdad.
Todos estos elementos inexorablemente modificarán el actual equilibrio regional. La pregunta es cómo lo harán y qué es exactamente lo que está en juego.
"El Medio Oriente que hemos conocido hasta el presente ya no está vigente"
"Es evidente que el Medio Oriente que hemos conocido hasta el presente ya no está vigente. Siria se está fragmentando en diferentes enclaves sectarios por problemas políticos irresueltos por el gobierno de Bashar Al Assad, mientras a href="http://www.infobae.com/lugares/irak-a626" rel="noopener noreferrer" Irak/a corre un serio peligro de implosión", explica el consultor George Chaya, experto en relaciones internacionales, seguridad y prevención del terrorismo en Medio Oriente.
Sobre lo que vendrá, el especialista apeló a las secuelas dejadas por el fenómeno de la Primavera Árabe: "Todavía estamos a mitad de camino, falta un buen recorrido para que podamos hablar de cierta democratización, o de revoluciones genuinas", detalló.
"Estamos ante un conflicto de orden geopolítico en el que la religión es instrumentalizada por ciertos actores con fines claramente políticos. Se suponía que con la Primavera Árabe se cerraba una época marcada por el autoritarismo y se abría una oportunidad para la islamodemocracia. Pero la realidad ha sido bien distinta", dice por su parte Ignacio Álvarez Ossorio, profesor del área de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad de Alicante.
Consultados por Infobae, ambos especialistas coincidieron con que aunque la región atraviesa un momento bisagra, los tres conflictos abiertos -en Siria, en Irak y entre palestinos e israelíes-, solo tienen en común su fuerte contenido político.
"La única forma de comprenderlos es analizándolos de forma aislada", aclara Álvarez Ossorio, quien sin embargo sí encuentra un vínculo entre el conflicto sirio y el iraquí.
"El avance de EIIL está relacionado con la guerra civil en Siria y con el vacío de poder dentro de Irak, que le ha permitido rearmarse y recuperar posiciones", detalla.
Según él, cuando el grupo es presionado en uno de los dos países, cruza la frontera y lanza operaciones en el otro, al tiempo que atrae yihadistas y consigue donaciones de las fortunas del Golfo Pérsico. Por lo tanto, explica, "una acción más decidida de la comunidad internacional en Siria en los primeros momentos hubiera impedido llegar a esta situación".
En relación al conflicto palestino-israelí, Ossorio considera que la situación de "no paz y no guerra" favorece los repuntes de violencia, como consecuencia de que aún no se ha alcanzado una solución negociada y el proceso de paz está en vía muerta. En efecto, la nueva escalada no es novedosa, distintos episodios en los últimos años han desembocado en situaciones similares.
Geroge Chaya coincide en la diferenciación: "Israel está en controversia con un grupo paraestatal político terrorista como es Hamas y las aristas de ese conflicto son bien diferentes a lo que acontece en Siria e Irak".
"Cualquier situación convulsa en los países árabes tiende a impactar tanto en el problema palestino-israelí"
Pero a pesar de las diferencias, el especialista admite que "cualquier situación convulsa en los países árabes tiende a impactar tanto en el problema palestino-israelí como en los demás países de la región, y puede convertirse en una escalada de difícil resolución diplomática".
A eso se suman, según él, los errores de Occidente, que debe rever sus posiciones allí. "Ya hemos visto que las soluciones militares han sido inútiles fracasos y han estimulado un espiral de violencia sin final", agregó.
En el mapa regional sin embargo, se juega mucho más que los conflictos interiores. Según Chaya, hay varias potencias interesadas en una desestabilización, como Rusia, que no quiere perder su hegemonía histórica en la región. Estados Unidos por su parte, "ha optado por ondear la bandera blanca y retirarse", aunque hay dudas si la decisión ha llegado en el momento correcto.
"Es una lucha por la hegemonía regional entre los dos grandes países del Golfo Pérsico, Arabia Saudita e Irán"
Álvarez Ossorio, por su parte, agrega algunos elementos de lo que él define como "una nueva guerra fría entre Arabia Saudita e Irán".
"Es una lucha por la hegemonía regional entre los dos grandes países del Golfo Pérsico. Cada uno de ellos presenta una forma muy diferente de comprender el mundo. Ambos aprovechan el vacío de poder existente para tratar de afianzar sus proyectos hegemónicos", concluyó.