El Colegio Nacional de Buenos Aires, de la excelencia académica a los paros docentes

Los docentes universitarios realizaron un paro durante casi todo junio que afectó a las escuelas preuniversitarias. Los temores de los padres y las fugas hacia la educación privada

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El martes, Sileoni llegó a un acuerdo con cuatro de los cinco sindicatos de docentes universitarios. Télam 162
La Conadu Histórica ratificó su rechazo al acuerdo con el Ministerio de Educación. @sjgandar 162

Fueron 21 días de paro que pusieron en jaque a la educación de excelencia que generación a generación se fue construyendo en el Colegio Nacional de Buenos Aires, uno de los más prestigiosos del país. "No escapa a nadie que estas interrupciones tan prolongadas provocan en la trayectoria colegial de nuestros alumnos perjuicios muy difíciles de subsanar", escribió la semana pasada el rector Gustavo Zorzoli, en una carta en la que invitó a los docentes a volver a las aulas.

Finalmente, el último martes los gremios Conadu, Fedun, Ctera y UDA aceptaron una oferta del ministro de Educación, Alberto Sileoni, y levantaron la medida de fuerza. En cambio, el sindicato más duro, la Conadu Histórica -que responde a la CTA opositora-, rechazó la propuesta y en una carpa montada frente a la sede de la cartera educativa nacional, ratificó la realización de un plan de lucha. Sin embargo, hubo una asamblea en la que se levantó la huelga en el Colegio Nacional, que ayer volvió a la normalidad.

"El año pasado aumentó la cantidad de alumnos libres. Como hubo una toma de la escuela de 9 días, nosotros analizamos que eso tuvo que ver. Por eso ahora estamos muy preocupados", reconoció Zorzoli en diálogo con Infobae.

"Dentro de las limitaciones del calendario escolar, que termina el 30 de diciembre, vamos a tratar de recuperar algunos días", explicó el rector. Por ejemplo, suspendió una semana de capacitación docente prevista para septiembre en la que se dictarán clases. Pero el acatamiento de la huelga fue dispar y la situación es disímil entre los distintos cursos, ya que algunos profesores fueron a dar clase. Tomar medidas frente a una situación tan heterogénea es todo un desafío.

Otra iniciativa del rector es realizar adaptaciones curriculares. "Esto lo acordamos con los jefes de departamento, que ahora deberán hacer acuerdos internos acerca de cuáles son los temas primordiales y cuáles se pasarán para el año siguiente", señaló.

El jueves hubo una reunión del rector con los padres de los alumnos de primer año, a quienes les entregó los boletines de sus hijos. Infobae conversó con uno de los protagonistas del encuentro. "Nuestra principal preocupación es qué va a pasar en el futuro, si se repiten los paros, porque nada nos asegura la continuidad de las clases", explicó.

Una de las críticas de los padres es que mientras duraron las medidas de fuerza, los chicos no pudieron permanecer en la escuela en las horas en las que no tenían maestros. "Algunos tienen 13, 14 años, y no tienen edad para estar 'callejeando'. Por eso le pedimos a Zorzoli que contemple la posibilidad de que se queden en el colegio, pero nos dijo que 'no', que si hay paro no hay personal, y él no puede hacerse responsable", indicó uno de los padres.

Sobre la cuestión educativa, una de las opciones que sugirieron los padres para mitigar los efectos de la huelga fue crear un aula virtual. Sin embargo, Zorzoli les habría dicho que sin maestros no se puede hacer nada.

No obstante, les comentó que se van reformular los cronogramas y se van a subir a la web, para que si no hay clases, las familias puedan saber qué tendrían que estar estudiando los chicos y darles clases de apoyo.

Otro de los problemas que los especialistas encuentran en la interrupción del período escolar es que en los primeros días post receso se trabaja a un ritmo mucho más lento que el adecuado. También impide que los chicos se acostumbren a una rutina.

Muchos educadores han dado cuenta que en los 90, cuando un padre visitaba una escuela privada para inscribir a su hijo, preguntaba si los maestros realizaban paros. Hoy lo dan por descontado, porque se sabe que los echan, ya que no rige el estatuto docente. En un contexto de paros cotidianos, esa falta de derechos puede ser interpretada como un beneficio.

En ese sentido, quizás una de las grandes paradojas de la "década ganada" está en la educación. Mientras su peso en el presupuesto nacional superó el 6%, cada vez más padres apuestan a las escuelas privadas. Y aunque los paros docentes no son la razón exclusiva, es un motivo importante que puede terminar de inclinar la balanza.

Un trabajo presentado hace unos años por investigadores de la Universidad Di Tella muestra que de los 850 mil alumnos que se pasaron a la educación privada entre 1994 y 2010, el 60% lo hizo después de 2010. Y la tendencia, en los últimos años, se habría acentuado.

"Por ejemplo, desde 2003, según cifras oficiales, las escuelas primarias públicas argentinas perdieron 210 mil chicos, lo que significa una caída del 9% en una década mientras la primaria privada creció 22% para el mismo período", advirtió el ex ministro de Educación porteño y uno de los autores del informe, Mariano Narodowski, en una columna para Infobae.