Es una celebridad en Paraguay y no por sus proyectos parlamentarios. Carlos Portillo se jacta ante quien quiera escucharlo de que tiene siete títulos universitarios y de posgrado, además de dotes innatas para los idiomas.
Sin embargo, sus apariciones en público han puesto al descubierto algunas deficiencias que hacen dudar de sus reales capacidades.
Su última presentación televisiva ha sido una muestra de ello. En una entrevista con la presentadora Pelusa Rubín, fue retado a balbucear algunas palabras. El diputado eligió contar hasta diez, pero se olvidó del número cinco.
Allí, Portillo aclara que lleva cinco clases aprendiendo, pese a que en ocasiones anteriores se había declarado políglota. Su presentación activó todo tipo de burlas en las redes sociales.
Los títulos académicos de Portillo también son incomprobables. Al menos tres universidad en las que dijo haber cursado estudios lo desmintieron: Universidad Iberoamericana, la Universidad Teconológica Intercontinental (UTIC) y la Universidad Técnica de Comercialización y Desarrollo (UTCD).
Consultado por el diario ABC de Asunción, Portillo dijo que "el único 'título' que necesitó para ser diputado fueron los más de 11.000 votos que obtuvo en la interna de su partido", el Liberal paraguayo.También se mostró dispuesto a que la Justicia investigue sus antecedentes académicos.
Las bromas que enfrenta no siempre han caído bien al diputado. Días atrás, amenazó con iniciar una querella contra el grupo ecómico Ab Ovo por dedicarle una canción irónica.