"¿Dónde están las protestas? ¿Dónde está la furia social?", se preguntó hoy, mordaz y desafiante, el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, al elogiar la organización del Mundial de Brasil 2014.
Aunque la calificó de "imperfecta", el mandamás del fútbol mundial consideró que la cita de Brasil ya es "un gran éxito sin discusión" y criticó a quienes lo pusieron en duda por la amenaza de protestas sociales o por los problemas de infraestructura.
"Todos se equivocaron. No digo que sea perfecto. Pero todos dijeron que los estadios no estarían listos. Están listos y hoy Brasil tiene estadios que son obras de arte", dijo el suizo.
Blatter hizo las declaraciones durante un seminario en la fundación Getúlio Vargas de Río de Janeiro, frente a cuyo edificio se reunieron algunos manifestantes este miércoles para protestar contra la a href="http://search.infobae.com/FIFA" rel="noopener noreferrer" FIFA/a por los gastos millonarios del torneo.
"La Copa es más que un éxito y estoy feliz de que la FIFA sea parte de él"
"La Copa es más que un éxito y estoy feliz de que la FIFA sea parte de él", amplió el dirigente.
"Quedan aún ocho partidos. Cruzaremos los dedos para que tengan el mismo nivel y para que prime el mismo ambiente que en los otros", sostuvo el dirigente, que pareció dar así un guiño cómplice a la administración de la presidente brasileña, Dilma Rousseff.
En las afueras, la protesta contra la FIFA reunió a unas 200 personas, que se manifestaron con mucho ruido y disfraces coloridos, aunque esto no fue suficiente para contrarrestar la escasa convocatoria.
En el seminario, en el centro de Río, participaron como exponentes también el ministro de Deportes, Aldo Rebelo, y el ex capitán del seleccionado Marcos Cafú.
Una semana antes del inicio de Brasil 2014, el presidente de la FIFA ya se había mostrado convencido, igual que muchos funcionarios, de que las protestas populares contra el certamen cesarían cuando empezara a rodar el balón.
"Tengo la certeza de que cuando sea dado el puntapié inicial, todo el país estará apoyando al fútbol", dijo Blatter entonces. Declaraciones similares había hecho la presidente Rousseff.
Según un balance basado en datos policiales y de los propios movimientos sociales, en los 12 primeros días del Mundial hubo una reducción del 39% en el número de manifestaciones respecto a los 12 días anteriores a la apertura.
Pero a la atracción del fútbol, también se sumaron las acciones del gobierno de Rousseff, que invirtió 870 millones de dólares para armar el mayor esquema de seguridad de la historia de los mundiales de fútbol.
"El año pasado teníamos una demanda muy objetiva, la de rechazar un aumento en las tarifas de los autobuses. Este año no había una demanda específica", afirmó Lucas Oliveira, del Movimiento Pase Libre (MPL) de San Pablo, que inició la ola de protestas en la Copa Confederaciones 2013, pero que ahora se vieron disminuidas.
Tras ser abucheada en el partido de apertura entre Brasil y Croacia,
Lo que algunos analistas se plantean es
prematuramente.