Los diarios del sábado 1 de junio informaban sobre la presentación que el general Perón había hecho en la mañana del viernes 31 de mayo de 1974 del "Modelo Argentino para el Proyecto Nacional" ante el Gabinete Nacional. En su redacción tiene activa participación el coronel Vicente Damasco, quien fuera secretario de Estado y Ministro durante el tercer gobierno peronista. ("Documento del Presidente. Se trata del "Modelo argentino", base de coincidencias y nuevos planes para encauzar definitivamente el país", La Nación, el 1 de junio de 1974).
Las exportaciones argentinas a los países de la órbita socialista se incrementaron de 60 a 475 millones de dólares entre 1972 y 1975. El embajador Juan Archibaldo Lanús analizada con precisión la apertura al Este iniciada durante el gobierno peronista en su magnífica obra De Chapultepec al Beagle (1984).
El domingo 2, no aparecen los diarios La Prensa, La Opinión, Buenos Aires Herald y Argentinisches Tagleblatt, por problemas gremiales.
El lunes 3, Perón preside el gabinete en Casa de Gobierno: el canciller Vignes informa sobre su exitosa gira por Perú. Preside ese país el general nacionalista Juan Velazco Alvarado (de centro-izquierda). Su gobierno inquieta a los EEUU al punto que el día 4 de junio, en Washington, el secretario de Estado Henry Kissinger declara que la administración de Richard Nixon está dispuesta a vender armas a Chile y Ecuador para "contener" al régimen de Lima. Este, por su parte, ha adquirido material militar soviético (AP, 4 de junio de 1974). Los ministros realizan un "exhaustivo análisis" del proyecto del Modelo Argentino. Por su parte, el secretario de Prensa y Difusión, Emilio Abras, informa que "una de las entidades que integran el Consejo Asesor Cinematográfico, el Ministerio de Defensa, se pronunció en contra de la exhibición del filme "La Patagonia Rebelde".
El Consejo Nacional del PJ queda constituido en esos días: el 4, en una reunión en el Teatro Cervantes, en la calle Córdoba al 1100, presidida por el vicepresidente segundo, Duilio Brunello (Interventor Federal en Córdoba). Jorge Camus es secretario general. El apoderado nacional es Torcuato Fino. Naturalmente, Perón e Isabel Perón ocupan la presidencia y vicepresidencia primera del partido. Al término de la reunión peronista, Brunello acude a la sede de la Casa Radical, donde mantiene una entrevista con Ricardo Balbín, a quien acompañan Enrique Vanoli, Miguel Angel Závala Ortíz y Rodoldo García Leyenda. Brunello dijo que se trató de una "visita de cortesía" con motivo de haberse constituido el Consejo del PJ. Camus afirma que esta reunión "es expresión de una nueva etapa de coincidencias entre los argentinos". Balbín por su parte sostuvo que fue una reunión "muy agradable" (Clarín, 5 de junio de 1974).
El 4, la Presidencia publica solicitadas en los diarios en que recuerda el 28 aniversario de la primera asunción de Perón como titular del Ejecutivo. La recordación señala que "tres años antes, en igual día, las Fuerzas Armadas -interpretando el sentir del Pueblo- habían salido de sus cuarteles para poner fin a un régimen político-social signado por la burla de la voluntad nacional, la carencia de toda previsión y justicia en el orden laboral y el imperio de los intereses antiargentinos". (Clarín, 4 de junio de 1974)
El jueves 6 de junio, Perón realiza una visita al Paraguay. Un mes antes, había tenido lugar la entrevista entre Perón y Pinochet, en la base aérea de Morón, el 16 de mayo de aquel año. Aquella entrevista había generado una recordada reprimenda del líder a Miguel Unamuno, entonces presidente del Concejo Deliberante de la Capital: cuando estes visita a Perón, con motivo de la declaración de persona no grata con la que el cuerpo denuncia a Pinochet. Perón le dice: "vea Unamuno, yo como presidente de la República tengo dos funciones: las relaciones exteriores y la defensa nacional, mientras que ustedes, en el Concejo Deliberante, tienen tres:Alumbrado, Barrido y Limpieza".
Al volver a Buenos Aires, Perón mantendrá una nueva entrevista con Ricardo Balbín, en Casa de Gobierno. Años más tarde, Balbín le reconoció a Joseph Page que Perón le dijo "me muero", durante aquella última entrevista. (Yofre, J. B.: "El escarmiento", p. 388)
En Buenos Aires, por su parte, la vicepresidente Isabel Perón atiende en Casa de Gobierno, en ejercicio del Poder Ejecutivo. La prensa informa que, en las horas en que ha estado al frente de la Presidencia, se ha reunido con el secretario de Programación y Coordinación Económica, Orlando D'Adamo, y ha recibido a embajadores extranjeros. También Isabel Perón ha de reunirse con los embajadores en España (José Campano) y en Italia (Adolfo Savino) con motivo de su próxima gira a Europa.
En Trípoli, mientras tanto, el embajador argentino Omar Vaquir presenta cartas credenciales ante Muammar Khadafi y anuncia que Isabel Martínez de Perón ha sido invitada a visitar Libia próximamente. Meses antes, el gobierno argentino había realizado una promocionada gira a ese país. Encabezada por el ministro López Rega la misión gubernamental a Liba se reúne con el líder Muammar Khadafi y llega con una importante comitiva en un avión de Aerolíneas Argentinas especialmente rentado para la gira. La historia oficial dijo que el petróleo libio llegaría al país a cambio de productos agropecuarios. Como es sabido, Khadafi gobernó Libia hasta 2011 cuando su régimen despótico y excéntrico cayó en medio de la "primavera árabe" que también terminó con los gobiernos de Ben Alí en Túnez y de Hosni Mubarak en Egipto.
El 8 de junio, el gobernador de Mendoza, Martínez Baca (identificado con la Tendencia) es suspendido por la cámara baja provincial. Sigue los pasos de su par bonaerense, Oscar Bidegain, obligado a renunciar en enero tras la toma del cuartel de Azul por parte del ERP. Los hechos de Azul tuvieron lugar el 19 de enero de 1974, cuando el ERP atacó la guarnición del Ejército en Azul, en la provincia de Buenos Aires. Muere el coronel Gay y su esposa, provocando una fuerte reacción de Perón, quien, indignado por el accionar guerrillero durante su propia presidencia, aparece en televisión con su uniforme militar y declara que se "aniquilará" el accionar subversivo. Como consecuencia, pierde su cargo el gobernador bonaerense Oscar Bidegain, identificado con la Tendencia, es decir, la izquierda del peronismo. Será sucedido en la gobernación por el vicegobernador, Victorio Calabró, un dirigente de la UOM. El gobierno envía al Congreso un proyecto de reforma al Código Penal que incluye aumento de penas para combartir la lucha contra la guerrilla. Perón envió entonces al Congreso un proyecto de aumento de penas. Los diputados de la JP renuncian a sus bancas en desacuerdo con la política del PEN. En total, 8 diputados nacionales. Entre otros, Carlos Kunkel -hoy diputado nacional ultrakirchnerista-, Rodolfo Vittar, Armando Croatto, Alberto Vidaña, Diego Muñiz Barreto, Jorge Gellel, Santiago Díaz Ortiz y Aníbal Izurrieta. Antes de irse, piden una entrevista con el General, quien los recibe en Olivos junto con López Rega. Asume como diputado, suplente, Rodolfo Ortega Peña. Poco después son expulsados del PJ, por orden de Perón. Yofre así lo describe: "... Bidegain, ese abogado de Azul, un nacionalista de rancia estirpe, en cuya oficina colgaba un retrato de Adolf Hitler, pasó a convertirse en la punta de lanza de Montoneros en la provincia de Buenos Aires. Los que estuvieron en el lanzamiento de la campaña de 1973 aún recuerdan cuando Bidegain dijo en su discurso "si avanzo seguidme, si retrocedo matadme". Era una vieja consigna. Su autor: Benito Mussolini." (Yofre, p. 176)
La inflación de mayo, en tanto, alcanzó el 3,3 por ciento, según anuncia el secretario de Comercio, Miguel Revestido.
En tanto, el día 11, en un hecho poco conocido, la Embajada británica en Buenos Aires presenta un informe escrito al canciller Vignes en el que el gobierno inglés plantea las salvaguardias y garantías que se le otorgarían a los habitantes de las Islas Malvinas en la eventualidad de un condominio futuro. El canciller alcanza a presentar el tema al general Perón, ya muy enfermo, quien juzga positiva la propuesta británica y afirma que "una vez que pongamos un pie en las Malvinas, no nos sacan más y pronto tendremos la plena soberanía". Perón muere veinte días más tarde y su sucesora no tuvo o no pudo aprovechar la oportunidad. (Carlos Ortiz de Rozas:"Confidencias diplomáticas", Aguilar, Buenos Aires, 2011, p. 161.)
Esa misma jornada, se conocen declaraciones del ministro López Rega. Advierte que "si el general Perón se fuera del país antes de terminar su misión en la República Argentina, con él se va su señora y con él se va este servidor". Esa noche, en el Cuerpo de Policía Montada, en Palermo, se realiza un importante agasajo al ministro, la figura más influyente en el entorno de Perón. Asisten, entre otros, el ministro Llambí y los comisarios Villar y Margaride.
El 12 de junio, visiblemente disgustado con la "Tendencia" de la JP, Perón amaga con su renuncia. Convoca a su último gran acto. El líder dice que "me llevo en mis oídos la más maravillosa música que, para mi, es la voz del pueblo argentino". Declara además que "mi único heredero es el pueblo". "Vine para unir y no para fomentar la desunión de los argentinos", declara Perón. Semanas antes, en el acto del 1 de mayo, había tenido lugar la ruptura del líder con Montoneros cuando la Juventud Peronista se retiró de la plaza. Perón los tildó entonces de "estúpidos e imberbes". La consigna de la JP es "¿Qué pasa? ¿Qué pasa? ¿Qué pasa general? ¡Que está lleno de gorilas el gobierno popular!". Años más tarde, Dante Gullo recuerdó que Perón los echó de la plaza "porque se hinchó las pelotas. Perón necesitaba que no se caiga en una política frentista y nosotros íbamos y cantábamos "está lleno de gorilas el gobierno popular". El tipo se cansó y nos retó, como un padre". Gullo reflexiona: "Perón lo que le había ofrecido a la Orga era el Ministerio de Desarrollo Social. ¿Y por qué no lo aceptamos? (riéndose) Porque cuando fue la primera reunión con Perón, Montoneros le llevó un listado con tres candidatos para cada Ministerio. Ahí Perón dijo: "Estos pibes están locos". Así como te digo que nosotros fuimos lo que fuimos por Perón, te digo que nos fuimos a la banquina sin entender el rol que teníamos que cumplir". (La Nación, 26 de mayo de 2013)
Gustavo Caraballo, secretario Legal y Técnico de la Presidencia, es convocado por Perón para analizar el proyecto de delegar el poder en Balbín. Sin embargo, a último momento, López Rega le impide el acceso al presidente. En sus memorias, "Tras las bambalinas del poder", -realizadas con Guillermo Gasió- Caraballo relata los hechos.
"Manifestación masiva de apoyo a Perón", titula Clarín, al día siguiente. "Perón llamó a la reflexión para evitar horas aciagas a la República", tituló La Nación. El gabinete en pleno presenta la renuncia, pero Perón confirma a todos los ministros y secretarios de Estado. El presidente Perón emprende una "contraofensiva general" con su discurso en Plaza de Mayo. Mariano Grondona reflexiona días más tarde desde La Opinión el día 19: "Me presionan por la derecha y por la izquierda. Por lo tanto, ataco". Esto es lo que dijo el mariscal Foch en un momento crítico de la Primera Guerra Mundial. Esto es lo que hace sin haberlo dicho el general Perón".
A mediados de junio, parte una misión gubernamental a Europa: la encabezan la vicepresidente Isabel Perón y el ministro de Bienestar Social, José López Rega. Perón en persona los despide en la Base Aérea de Morón, el sábado 15. Visitan Italia, Suiza y España. Relata Gasparini que Isabel y López Rega se entrevistaron con el Papa Paulo VI y con Licio Gelli en su villa de Arezzo, en la Toscana, doscientos kilómetros al norte de la capital italiana.
El 17, Perón recibe la visita a la CGT en la Sala de Situación de la Casa Rosada. Es su última aparición pública. El estado de salud del presidente esta claramente comprometido: ese día concurre a la Casa de Gobierno por última vez. Las restantes dos semanas de su vida las pasará en la residencia de Olivos.
Semanas antes, el gobierno norteamericano envía al general Vernon Walters en una visita reservada para entrevistarse con Perón y constatar su estado de salud y asegurarle que Washington no impulsa un golpe de Estado contra su gobierno. (Gilbert, I.: "El oro de Moscú", p. 229). Una gestión poco conocida da cuenta del interés de Perón por entrevistarse con el presidente Nixon. La reunión, como es sabido, nunca tuvo lugar: Perón murió el 1 de julio. Nixon tuvo que renunciar cinco semanas más tarde. (Lawrence W. Levine: "Inside Argentina. From Perón to Menem", Edwin House, Ojai, California, 2001, p. 110)
El 19, el gobierno desmiente cambios en el gabinete nacional. Las versiones insistentes en que Duilio Brunello, interventor en Córdoba, pasaría al Ministerio del Interior. Ese mismo día, Isabel Perón es recibida en audiencia privada por el Papa Paulo VI.
El día 20, al llegar a Buenos Aires, el ministro López Rega concurre a Olivos. A su salida, realiza declaraciones sobre la salud de Perón: "Anda bastante bien. Está con un resfrío parecido a este que tengo yo. (...) está muy bien. Me he enterado al llegar, que la gente está preocupada, que han estado haciendo circular una serie de rumores... (...) En cuanto a la salud del señor Presidente, tiene un pequeño resfrío como cualquier hijo de vecino, pero no hay ningún problema; está trabajando de lo más tranquilo. Pero lo tenemos controlado y custodiado para que no salga a agravarse".
El viernes 21, Perón preside el Gabinete. Los diarios informan que los ministros sesionaron en Olivos durante dos horas y cincuenta minutos. ("Reunióse el gabinete nacional", La Nación, 22 de junio de 1974).
La violencia no cede: la noche del 24, estallan varias bombas en diversos puntos de Buenos Aires. Una de ellas, detona en la sucursal del Bank of America, en Libertad y M. T. de Alvear, en pleno centro de la Capital. Otra estalla en una sede del Banco de Boston, en Callo al 1500. Asimismo, el día 25 es secuestrado el doctor David Kraiselburd, en La Plata.
El 26, Diputados aprueba el proyecto del Ejecutivo para la construcción del llamado Altar de la Patria, iniciativa que incluye a repatriación de los restos de María Eva Duarte de Perón. El proyecto lo impulsa el Ministerio de Bienestar Social que dirige López Rega. En el bloque radical hay voces que impugnan el mismo por considerar improcedente establecer "categorías históricas" entre los próceres ya consagrados.
A fines de junio, Isabel regresa al país. Pocos días después quedará a cargo del Ejecutivo. El jueves 27, desde Madrid, afirma que "he hablado por teléfono con él (con Perón) y puedo asegurar que ya está restablecido. El general Perón puede tener un resfrío como cualquier otra persona, ¿o no es así?" ("Llega hoy la señora de Perón", La Nación, 28 de junio de 1974).
El 27, se conoce que el ex presidente Héctor Cámpora ha renunciado a su cargo de Embajador en México. Taiana recuerda que Perón -enfermo y en cama en Olivos- firmó el decreto 1848/74 por el cual se acepta su renuncia. Consigna que no contuvo ningún agradecimiento por sus funciones. (Taiana, obra citada, p. 181)
Raúl Lastiri le dijo tiempo después a Neustadt y Grondona, durante una entrevista televisiva, que las palabras de Perón al firmar el decreto fueron: "Qué asco". (Tiempo Nuevo, 23 de septiembre de 1974).
El 28, un grupo extremista -titulado "Compañía Héroes de Trelew" copa la localidad de Bartolomé Bavio, a 35 kilómetros de La Plata.
El sábado 29, Perón firma el último decreto de su vida: delega el mando en la vicepresidenta. Ese día, el almirante Emilio Eduardo Massera cursa un radiograma a todas las dependencias de la Armada "no existe otra solución política que aquella que se deriva del total y absoluto respeto a las leyes y la constitución". (ABC, Madrid, 30 de junio de 1974). Misma actitud adoptan sus pares de Ejército (general Leandro Anaya) y Aeronáutica (brigadier general Héctor Luis Fautario).
Ese sábado 29, titula La Nación: "La salud del Presidente: los doctores Cossio y Taiana aconsejan reposo absoluto y asistencia médica con el fin de cubrir cualquier eventualidad". El domingo 30, el mismo diario titula: "El general Perón delegó el poder en la vicepresidenta de la Nación". Los partidos políticos se expresan en apoyo a la vicepresidente. Hay intensas reuniones en la Cámara de Diputados, en Olivos y en el domicilio particular del ministro del Interior, Benito Llambí, sobre la avenida Libertador al 3500, al lado de la residencia del embajador norteamericano. Entre otros, asisten a la reunión en la casa del titular de la cartera política el ex presidente Arturo Frondizi, Duilio Brunello, Mario Amadeo, Alberto Asseff, Aldo y Apolo Cantoni, Augusto Conte Mac Donnell, Alberto Fonrouge, Eduardo Paz, Marcelo Sánchez Sorondo y Jorge Selser. Más tarde llegaron Fernando Nadra y Rubén Iscaro (dirigentes del Partido Comunista). Balbín asistió acompañado por Enrique Vanoli.
El lunes 1 de julio, fallece Perón. El presidente muere a las 13 horas, en la residencia de Olivos. En las horas previas, sesiona el gabinete nacional, en la planta baja de la residencia presidencial. "Todos fingían una normalidad que sabían que era irreal. Nadie prestaba demasiada atención a lo que allí se decía. Cada uno de los presentes estaba atento a lo que podía suceder en el primer piso, donde estaba el Presidente enfermo", relata Castro. La información oficial se difunde a las 13,40 horas con la firma de los doctores Cossio y Taiana, a las que se agregan las del doctor Liotta (cardiólogo) y Pedro Eladio Vázquez, quien es gastroenterólogo y se desempeña como secretario de Turismo y Deportes. Se fija el horario del deceso a las 13.15 horas. Isabel graba un mensaje televisivo en el que declara que "con gran dolor debo transmitir al pueblo el fallecimiento de un verdadero apóstol de la paz y la no violencia".
Al día siguiente, llegan a Olivos los presidentes Stroessner (Paraguay), Banzer (Bolivia) y Bordaberry (Uruguay). La despedida oficial es celebrada en el Congreso, el 4 de julio, tras un oficio religioso en la Catedral Metropolitana. Dice Balbín: "Este viejo adversario despide a un amigo". Miles de ciudadanos forman largas colas de varias cuadras para desfilar ante el féretro, en una muestra de imponente dolor colectivo, cuyos antecedentes inmediatos, en cuanto a su magnitud, son los funerales de la propia Eva Perón en 1952 y de Hipólito Yrigoyen en 1933.
Hablan en la despedida: Benito Llambí, en nombre de los ministros; José Antonio Allende, por los senadores; Raúl Lastiri, por los diputados; Miguel Angel Bercaitz, por la Corte; Leandro Anaya, por las FFAA; Dulio Brunello por el PJ; Silvana Roth, por la rama femenina; Lorenzo Miguel, por las 62 Organizaciones; Adelino Romero, por la CGT; Carlos Menem, por los gobernadores; Ricardo Balbín, por los partidos de la oposición.