La jornada mundialista del sábado no fue sólo de alegría para Brasil, ya que increíblemente un hombre murió en un episodio vinculado al triunfo de la selección dirigida por Luiz Felipe Scolari.
En efecto, un brasileño de 69 años murió el sábado en Belo Horizonte a causa de un infarto, afectado por las fuertes emociones del dramático duelo entre Brasil y Chile que se jugó en esa ciudad.
Según informó el sitio de noticias G1 de la cadena Globo, el fallecido ya estaba enfermo de hipertensión y diabetes, un cuadro que empeoró por la tarde durante el juego que selló el pase de Brasil a la siguiente ronda sólo después de una tanda de penales.
La víctima no fue identificada, pero G1 señaló que se trataba de un visitante de Rio de Janeiro, que veía el partido en un bar cerca del estadio Mineirao donde se disputó el duelo.
Citando a la Secretaría de Salud del estado de Minas Gerais, cuya capital es Belo Horizonte, el sitio de noticias dijo que la víctima comenzó a sentirse mal ya dentro del bar, desde donde fue trasladado a un centro de salud.
La AFP tomó contacto con la Secretaría de Salud y con el hospital Life Center de Belo Horizonte, donde según la prensa el hombre falleció. Ninguna de las dos entidades entregaron información hasta ahora.
Dentro del mismo estadio fueron atendidas unas 60 personas, pero las autoridades aún no dieron detalles sobre esas consultas.
Además, se había informado que la celebración por el pase a cuartos de final de la selección colombiana tras vencer 2-0 a Uruguay se había cobrado este sábado la vida de una mujer de 25 años por una bala perdida en un sector popular de Bogotá. Sin embargo, se trató de un caso de sicariato, informó el alcalde encargado de Bogotá, Ricardo Bonilla.
"El único hecho presentado con carácter mortal está demostrado que fue un acto de 'sicariato'. Un sicario en una moto baleó a tres personas", dijo en una rueda de prensa Bonilla, quien inicialmente había señalado que este fallecimiento había sido debido a una bala perdida durante las celebraciones de la victoria ante Colombia.
En un balance preliminar de las celebraciones en la capital colombiana, Bonilla reportó cinco heridos tras el partido y 274 riñas. La Policía informará de la situación a nivel nacional el domingo.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, había hecho un llamado esta semana para que la celebración transcurriera sin incidentes y autoridades de varias ciudades del país aplicaron fuertes medidas de seguridad.
El 14 de junio, tras la victoria de Colombia ante Grecia en el debut en la Copa del Mundo, la alcaldía reportó nueve muertos, 150 accidentes de tránsito y 3.000 riñas. Esto motivó que se decretara la ley seca durante y después de los partidos y se incrementaran los controles policiales.
El sábado se prohibió vender alcohol desde las 6 locales (11 GMT) y además se vetó la circulación de acompañantes en las motos y se activó la restricción de tránsito para los vehículos con patente terminada en número par, que normalmente solo rige durante la semana.
En su cuenta de Twitter, el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, llamó a la población a "celebrar en paz, para algún día celebrar la paz", en referencia a la búsqueda de una solución al largo conflicto armado interno que afecta al país desde hace 50 años.
En la próxima ronda en el Mundial, Colombia, que llevaba 16 años sin participar en el torneo y que se clasifica por primera vez a cuartos de final, se enfrentará a Brasil en Fortaleza el 4 de julio.