En algún momento de la vida, todos transitamos momentos de intenso dolor y sufrimiento que conllevan la partida de un ser querido. En algunos casos la etapa de tristeza puede durar tanto tiempo que puede resultar preocupante y se necesitará una consulta con un especialista.
"El duelo es un trabajo psíquico normal y esperable después de la pérdida de una persona, animal, objeto o ideal, y siempre singular. Por eso, es difícil hablar en general. Es importante avanzar en un progresivo reconocimiento de la pérdida y, eso puede ser conscientemente, pero inconscientemente lleva un tiempo", explicó el Dr. Abel Fainstein, psicoanalista y presidente de la Federación Latinoamericana de Sociedades Psicoanalíticas (FEPAL), en una entrevista con Infobae.
"Durante varias semanas se suele esperar encontrar a la persona que falleció. La conexión con uno mismo, sus pensamientos y sentimientos de tristeza son muy importantes para atravesar el duelo. Separarse de ellos obstaculiza el proceso y, más aún, apelar a mecanismos de exaltación que los nieguen. Debe considerarse un proceso normal y no una enfermedad a ser tratada", indicó el Dr. Fainstein.
El especialista sostuvo que es importante no confundir duelo y depresión o tristeza con depresión y que, salvo situaciones angustiosas, no debería apelarse a psicofármacos. "Solo la depresión requiere antidepresivos en algunos casos. Los ansiolíticos pueden ser útiles en casos en los que predomina la angustia. Solo su prolongación en el tiempo por más de 6 a 12 meses hace pensar que se trate de un duelo patológico que desencadena un cuadro depresivo", afirmó.
El duelo puede definirse como los diálogos no habidos con la persona que falleció y, en ese sentido, sostener esos diálogos internos como si fueran reales puede ser eficaz. "Tratar de entender qué significó esa persona, animal, objeto o idea para uno y después qué significa su pérdida es importante. Cuando esos objetivos son difíciles de lograr, pueden facilitarse a través de una psicoterapia", recomendó el Dr. Fainstein, quien finalmente dio recomendaciones para sobrellevar el dolor:
1.- Tratarlo como una consecuencia normal de una pérdida y no como una enfermedad evitando medicalizarlo.