El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, este miércoles le salió al paso a las nuevas críticas emitidas por ex ministros chavistas, y tras ubicar a sus detractores dentro de una "izquierda trasnochada", les reclamó por atacar su gestión en tiempos de combate, cuando "el enemigo" quiere destruirlo.
Maduro reaccionó así a la carta difundida el martes por el ex titular de Educación y Electricidad, Héctor Navarro, que defendió al ex ministro y ex vicepresidente de Planificación, Jorge Giordani, que hace una semana publicó una misiva en la que critica duramente la gestión del mandatario en materia económica.
"Bien desconsiderados son algunos de estos trasnochados de izquierda, atacando en el momento que el enemigo busca cortarnos la cabeza y destruirnos, la historia los juzgará y se secaran, igual que se han secado todos los que han atacado nuestra patria, así lo decreto y así será", dijo este miércoles el mandatario.
Giordani, quien fue relevado en el cargo el día 17 pasado, acusó a Maduro en su carta de no transmitir liderazgo, de dar sensación de vacío de poder y de tomar decisiones equivocadas en materia económica, incluyendo despilfarro en campañas electorales.
Navarro, por su parte, exigió en su carta que se investiguen las irregularidades en la entrega de divisas administradas por el Gobierno, un fraude reconocido por el propio Ejecutivo y denunciado por Giordani hace más de un año, y solicitó a Maduro comportarse "como un estadista" frente a las críticas a su gestión.
Las críticas le costaron a Navarro su suspensión como miembro de la Dirección Nacional del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), medida que fue anunciada este miércoles.
Por su parte, la ex ministra de Ambiente, Ana Elisa Osorio, no sólo difundió el escrito de Navarro, sino que también dijo en su cuenta de Twitter: "Exhortamos a la a href="http://www.infobae.com/temas/asamblea-nacional-a262" rel="noopener noreferrer" Asamblea Nacional/a que desempolve la Ley contra la corrupción y se castigue a los corruptos: esos son los grandes traidores a la Revolución".
"Pequeños burgueses vacilantes que quieren confundir al pueblo, bueno, se verán conmigo de frente donde tenga que verme con ellos, con los vacilantes, con los desleales o los que quieren, con ropaje de izquierda, tratar de confundir, lo que no hicieron jamás cuando fueron ministros y fracasaron toditos", agregó este miércoles el presidente.
En este sentido, el mandatario subrayó que "es tiempo de definiciones", y pidió a los chavistas "que cada quien se defina, si está con el gobierno revolucionario de Nicolás Maduro" o está "con otros proyectos personalistas".
También aseguró que hay quienes lo han acusado de ser "un nuevo Stalin", lo que rechazó asegurando que él es "hijo" de Hugo Chávez, que propugnó la revolución bolivariana al tiempo que reiteró que su misión es seguir con su legado.
"El que se cansó de luchar y se confundió, que se ponga de lado, el que sienta que no puede seguir porque Maduro es poca cosa para él, para su conocimiento, para su brillo, Maduro es apenas un obrero, que se ponga de lado (...), porque yo contra viento y marea voy a cumplir la misión que me toca cumplir", reiteró.
Maduro, presidente electo en abril de 2013, poco más de un mes después de la muerte de Chávez, insistió este miércoles en que su plan de Gobierno es el mismo que dejó el líder fallecido, por lo que, dijo, no caben las críticas a sus gestión desde el interior del chavismo.
Sin embargo, el jefe de Estado aseguró que cree en las "críticas y en la sabiduría del pueblo".
"Máxima lealtad"
A última hora del miércoles, Maduro volvió a referirse a sus ex ministros durante un acto oficial: "No tienen justificación, ningunos de los que fueron ministros y andan sacando cartas para destruir la revolución, para justificar sus culpas, sus errores. Es una muestra de deslealtad, de indisciplina".
"Lo digo y asumo mi responsabilidad. Yo exijo máxima lealtad y disciplina a todos los dirigentes de la revolución. No es tiempo para estar jugando con la unidad del movimiento revolucionario", gritó vehementemente desde el escenario el mandatario.
"¡Hay que ver el peso histórico que llevo sobre mi espalda para que además venga alguien a meterme una puñalada en plena batalla contra los enemigos de la patria!", aseguró.
"El que no esté de acuerdo, entonces que se vaya. Sencillo, ya basta de deslealtades (y) de debilidades frente a un pueblo que lo da todo por la patria", dijo.
Finalmente, Maduro concluyó: "Y los gringos contentos (con las críticas). No han podido levantar a nadie para hacer una campaña más o menos creíble dentro del chavismo contra mí, y (ahora) se están moviendo. Yo sé a quiénes están tocando. Lamento mucho estas actitudes de divisionistas. Se les aflojaron (a algunos) las fuerzas en esta etapa. Es tiempo de definiciones, y hay que seguir avanzando"
La oposición ve un "resquebrajamiento"
En el bando opositor, las críticas a la gestión de Maduro desde el chavismo son vistas como "resquebrajamiento", síntoma de la "descomposición interna" del PSUV y evidencia de la deshonestidad del Gobierno.
Para el partido copei, lo que se está viendo es apenas "la punta del iceberg"
El presidente del partido Copei, Roberto Enríquez, dijo a la agencia EFE que la situación del PSUV no tenía precedente en Venezuela y que se está viendo apenas "la punta del iceberg".
"Un partido intentando sustituir al Estado venezolano, obviamente ésa es una bomba que va a terminar explotándoles en su propia cara", señaló Enríquez.
El ex candidato presidencial Henrique Capriles también escribió sobre el tema en su cuenta de Twitter: "Para cúpula Gob y partido que alguien pida que rindan cuentas y hable de honestidad es delito! El cambio es tener un Gob honesto!".
Para el secretario adjunto de la plataforma opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Ramón José Medina, las críticas desde el chavismo son una señal "de mucho más resquebrajamiento del que podíamos pensar, porque eso anuncia una división mucho más clara", y señaló que el liderazgo de Maduro es "precario".