Las madres de los tres jóvenes israelíes desaparecidos en Cisjordania el pasado 12 de junio pedirán este martes al Consejo de Derechos Humanos de la ONU que se involucre en la búsqueda de sus hijos y que condene el secuestro.
Rajel Frenkel, la madre de Naftalí Frenkel, participará en una reunión de ese foro que tendrá lugar en Ginebra, a la que ha sido invitada por la ong UN Watch, cuyo ponente le cederá 15 minutos de su tiempo para que se dirija a los estados miembros, informan varios medios israelíes.
Frenkel, que acude a título privado con las otras dos progenitoras, instará a la comunidad internacional a que actúe para resolver el caso, precisa el diario Israel Hayom.
Frenkel y Gilad Shaar, de 16 años, y Eyal Yifrach, de 19 años, desaparecieron la noche del 12 de junio cuando hacían autostop cerca de la colonia judía de Gush Etzión, donde estudiaban.
Uno de ellos llamó al centro de emergencia de la policía para decir que estaba siendo secuestrado e Israel ha acusado del hecho al movimiento islamista palestino Hamás, que por el momento no ha reivindicado la acción.
El ejército israelí en el operativo de búsqueda de los tres jóvenes secuestrados por Hamas
La participación de las tres en la reunión del Consejo la decidieron las familias en una reunión privada.
"Estamos decididas a hacer lo que sea para que nuestros hijos regresen a casa cuanto antes", informaron poco después en un comunicado en el que se quejaban de que "doce días después, el mundo sigue callado".
"Vamos allí a transmitir un mensaje: queremos en casa a nuestros hijos. El mundo tiene una gran fuerza y puede explicarle a Hamás muy bien por qué no les conviene hacerle daño a nuestros hijos", declaró Frenkel al diario Yediot Aharonot.
Desde la desaparición, las fuerzas de seguridad israelíes han buscado a los jóvenes en varias ciudades palestinas, pero ni la revisión de más de 1.300 casas y decenas de pozos y desagues, ni la detención de unos 350 islamistas, ha dado resultado alguno.
Fuentes militares confirman que en los próximos días la operación se reducirá de forma considerable, porque sencillamente "ha agotado" sus posibilidades y sólo se reanudará si los servicios de inteligencia consiguen alguna pista sobre el paradero de los jóvenes.
Israel tiene en cuenta también la sensibilidad que tiene su presencia militar en centros urbanos en momentos en que la población palestina se prepara para el mes de ayuno del Ramadán.