Campera negra, anteojos de sol y de la mano de su hija menor, Diego Armando Maradona vivió como un hinchas más la segunda presentación de la Selección Nacional en la Copa del Mundo ante el elenco asiático.
El astro estuvo en la tribuna del estadio Mineirao de Belo Horizonte donde Argentina se enfrentó ante Irán por la segunda fecha del grupo F de Brasil 2014, luego de que no pudiera presencia el debut ante Bosnia.
Maradona estuvo acompañado de su hija Gianinna, a quien abrazó en todo momento, con gestos serios, de preocupación ante el desempeño del elenco que dirige Alejandro Sabella ante un rival de menor jerarquía.
El astro no pudo entrar al primer encuentro en estadio Maracaná de Río de Janeiro por problemas con su acreditación de periodista. El "10" se desempeña como comentarista para la señal Telesur.
"Hubo mala fe por parte de la organización", dijo Maradona, quien reconoció que intentó "chapear" con su rostro para poder ingresar y tuvo que regresar al hotel para ver el triunfo de la de la Selección Argentina ante Bosnia por 2 a 1.