En el que fue su última acto como jefe de Estado español y tras 39 años de reinado, el rey Juan Carlos firmó públicamente la ley por la que abdica del trono de España.
La norma comenzará a regir desde la cero del jueves, hora española, instante en que su hijo, el príncipe Felipe, se convertirá oficialmente en Felipe VI.
En el a href="http://www.patrimonionacional.es/Home/Palacios-Reales/Palacio-Real-de-Madrid.aspx" rel="noopener noreferrer" Palacio Real de Madrid/a Juan Carlos de Borbón rubricó ley aprobada el martes por el Congreso y en presencia de las principales autoridades del Estado, así como por el futuro monarca.
La firma de Juan Carlos I fue refrendada por la del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy y a continuación el monarca se fundió en un abrazo con su hijo.
La ceremonia, dispuesta en el Salón de Columnas, ha sido "corta y solemne", según los planes anunciados por la Casa del Rey, que ha invitado a sólo 160 personas.
En la misma estancia donde en 1985 se firmó el tratado de adhesión de España a las entonces Comunidades Europeas, el rey Juan Carlos formalizó su renuncia a continuar al frente de la Jefatura del Estado y pasó el testigo a su hijo, Felipe de Borbón.
Automáticamente, la infanta Leonor, hija mayor de los príncipes, se convirtió en princesa de Asturias y, como tal, heredera de la Corona.
Ya en la mañana del jueves, Felipe VI será proclamado rey ante las Cortes Generales en una ceremonia que se celebrará en el Congreso ante los casi 700 diputados y senadores, el Ejecutivo y más de un centenar de invitados, como los presidentes regionales o ex jefes de Gobierno.
A la ceremonia de proclamación, en la que no estará presente Juan Carlos I, aunque sí la reina Sofía, asistirán también las hijas del nuevo rey, Leonor, princesa de Asturias, y la infanta Sofía.
Acudirán también la infanta Elena, hermana mayor del futuro Felipe VI, y las hermanas de Juan Carlos I, Pilar y Margarita, además de familiares de la futura reina Letizia.
No habrá discursos ni palabras del rey Juan Carlos ni de su hijo, tan sólo una alocución a cargo del Ejecutivo para dar cuenta del contenido de la ley orgánica de abdicación aprobada mayoritariamente por el Parlamento.