El cuerpo del dirigente municipal del PRI en Ajuchitlán del Progreso, Carlos Salanueva de la Cruz, fue encontrado descuartizado el domingo por la tarde, según informaron fuentes policiales. El cadáver estaba en el interior de una bolsa de plástico color negro en medio de una ruta en la comunidad mexicana de Santa Ana de Águila, en el estado de Michoacán.
De acuerdo con el periódico Milenio, Ajuchitlán del Progreso es un municipio ubicado en la Tierra Caliente de Guerrero, zona en donde prevalece el grupo del crimen organizado denominado La Familia Michoacana. De hecho, las autoridades sospechan que se trató de un ajuste de cuentas del narcotráfico.
El alcalde, miembro del Partido Revolucionario Institucional (PRI), había sido secuestrado la semana pasada. Su familia pagó a los delincuentes el rescate para que fuera liberado, pero no volvieron a tener pruebas de vida.
"Pidieron rescate estas personas, fue entregada una cantidad mínima en comparación con lo que habían solicitado en un principio y, hasta donde estoy enterado, todo iba bien en la liberación de Carlos, pero el día de ayer nos sorprendió mucho que fue encontrado el cuerpo y, sobre todo, de esa manera", explicó el dirigente del PRI en Guerrero, Cuauhtémoc Salgado.
Hace dos semanas, fue asesinado a tiros Salvador Vega Ramírez, presidente del comité municipal del PRI en Erongarícuaro, otro municipio del estado mexicano de Michoacán. De acuerdo con el periódico El Universal de México, un grupo de hombres armados sacó a la víctima de su negocio particular, lo secuestró y posteriormente abandonó su cadáver a unos metros del lugar.
Los vínculos entre el crimen y el poder local son algo que preocupa al gobierno de México. En Michoacán, distintos alcaldes se han visto involucrados en supuestos negocios con el narcotráfico, y el presidente Enrique Peña Nieto ha iniciado operativos para contrarrestar el poder de las autodefensas, que surgieron para combatir a Los Caballeros Templarios.