Nunca un primer partido de Copa del Mundo ha sido tan importante para México como el que protagonizará en el estadio Arena dos Dunas de Natal, en el noroeste de Brasil, dentro de la primera jornada del grupo, en el cual que ya conocen el resultado del Brasil-Croacia.
Un largo esfuerzo hizo México para dejar atrás el largo camino de espinas que representó la eliminatoria para llegar al Mundial por la puerta de la repesca y establecer como meta ir más allá de lo que le marca su historia: cuatro partidos en cada una de las últimas seis Copas del Mundo.
El técnico Miguel Herrera los salvó del naufragio al ganar el boleto en la repesca y fue el encargado de formar un equipo marcado con el signo del triunfo, al tener elementos que son campeones olímpicos, Sub-17, de su región y otros con experiencia en las ligas de Europa.
Un empate será una derrota a medias para ambos porque significa perder puntos en esta disputa cerrada con Croacia para, seguramente, viajar con Brasil a una segunda fase que, por el momento, marca el dique que México nunca ha remontado, salvo cuando fue local en un torneo de estos.
Herrera ha puesto todo en el horno para preparar un equipo que sea capaz de superar a Camerún y que a la vista de los éxitos personales de todos ellos, puede ser considerada como la mejor selección mexicana de muchos, muchos años.