Brutalidad. Sadismo. Inhumano. Cruel. Bárbaro... No existen palabras suficientes para calificar las condenas a las que son sometidas las mujeres en Sudán -y en otros regímenes extremistas- por el solo hecho, por ejemplo, de renunciar a sus creencias religiosas y contraer matrimonio con una persona que profese otra fe.
Ese es el caso de Mariam Yahia Ibrahim Ishag, de 27 años, una mujer que fue hallada "culpable" de apostasía y adulterio por un tribunal de Sudán y condenada a 100 latigazos y a la horca por ese hecho. La pena se conoció justo cuando Mariam quedó embarazada de su segundo hijo, nacido hace dos semanas.
El hecho despertó la indignación mundial y varias organizaciones de defensa de derechos humanos alzaron la voz para evitar la brutal sentencia contra la mujer. Una de ellas, a href="http://www.redress.org/case-docket/meriam-yahia-ibrahim-daniel-wani-and-their-two-children-martin-wani-and-maya-wani-v-sudan" rel="noopener noreferrer" RedRess/a -un organismo con 20 años y dedicado a las denuncias de torturas y abusos de poder en todo el mundo- hizo circular un video en el que se muestra cómo se ejecutan este tipo de sentencias. Su objetivo: crear conciencia y el repudio generalizado de todo el mundo.
"Le dimos tres días para abjurar de su fe, pero usted ha insistido en no volver al a href="http://www.infobae.com/temas/islam-a2089" rel="noopener noreferrer" islam/a. La condeno a la pena de muerte en la horca", declaró el juez Abas Mohamed al Jalifa, dirigiéndose a la mujer por el apellido de su padre, de confesión musulmana, el 15 de mayo, día en que se conoció la sentencia.