El consejo del Papa para el juez del caso Ciccone: "Si la prudencia se convierte en inacción, es cobardía"

El magistrado Ariel Lijo fue recibido por Francisco semanas antes de que citara al vicepresidente Amado Boudou a declaración indagatoria. "Hay que ser implacable con la corrupción", pidió esta semana el Sumo Pontífice

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Nadie lo dijo de manera oficial, pero tampoco hizo falta: la reunión que el papa Francisco tuvo a principios de mayo con el juez del caso Ciccone fue un fuerte respaldo para el magistrado que apenas semanas después llamó a declaración indagatoria al vicepresidente Amado Boudou.

De la reunión reservada trascendieron pocos detalles en ese momento. Pero ahora, cuando Ariel Lijo quedó en el centro de todas las miradas, un testigo privilegiado del encuentro contó los pormenores de la visita. "Francisco le dijo que siempre había que respetar los mandatos institucionales y ser cuidados con los tiempos, pero que los jueces debían tener más independencia y profundizar sus investigaciones sin temor", relató el legislador porteño Gustavo Vera.

El también titular de la ONG La Alameda fue el encargado de coordinar el cónclave. Como tenía planificado parar en Roma como parte de una escala de un viaje con su familia, el juez Lijo le pidió a Vera si podía gestionarle un encuentro con Francisco. El diputado, amigo del Papa por el trabajo conjunto que hicieron en Buenos Aires contra la trata de personas, se encargó de coordinar los detalles de la reunión.

"Francisco le dijo que los jueces debían tener más independencia y profundizar sus investigaciones sin temor"

"El Papa lo identifica a Lijo por varias de sus sentencias contra el trabajo esclavo", explicó el legislador al diario Clarín. En la visita de una hora y media que tuvo lugar en el Vaticano el pasado 6 de mayo, el Sumo Pontífice le preguntó al juez si tenía algún jury en su contra en el Consejo de la Magistratura. Él dijo que no, pero reconoció: "Tenemos que ser muy prudentes".

"Está bien. Pero si la prudencia se convierte en inacción, eso es cobardía", le replicó Francisco. Vera, uno de los pocos testigos del encuentro, recordó: "Fue un momento muy fuerte".

Consigo, Lijo se trajo no sólo su foto junto a Francisco, sino también una frase que el Papa convirtió en slogan en todo el mundo: "Pecadores sí, corruptos no".

El viernes, en cuanto se conoció la convocatoria para que Boudou sea indagado en la investigación que intenta determinar si hubo irregularidades en la compra de Ciccone Calcográfica, Vera publicó en su cuenta de Facebook: "Comparto simplemente una oración de una carta que me envió hoy por la mañana un muy querido amigo desde Roma y que seguramente muchos coincidirán: 'Hay que ser implacable con la corrupción. No es fácil, pero posible. Hay que hacerlo'".

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