Día mundial sin tabaco: cuarenta ONGs llamaron a aumentar los impuestos a los cigarrillos

Una suba del 50% en la tarifa reduciría un 15% el consumo en Argentina, que tiene el precio relativo más bajo de Latinoamérica. Según adelantaron a Infobae, el Ministerio de Salud estudia una propuesta

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La Organización Mundial de la Salud considera que "incrementar los impuestos al tabaco es la forma más eficaz de reducir su consumo". Sin embargo, el precio de los cigarrillos en Argentina es uno de los más bajos del mundo.

Frente a ese panorama y en el marco del Día Mundial Sin Tabaco, casi 40 ONGs emitieron un comunicado conjunto en el que solicitaron "la pronta implementación de una política fiscal que aumente el precio real y reduzca de manera sostenida el acceso de los productos de tabaco con el propósito de reducir su consumo y mejorar la salud pública".

En su extensa argumentación, destacaron que "de aumentarse un 50% el precio de los productos de tabaco, el consumo se reduciría en un 15%, generando además un beneficio en términos de ahorro en costos sanitarios y aumento de la recaudación impositiva de entre $6.207 millones y $7.424 millones".

El presidente de la Unión Antitabáquica Argentina (UATA), César Di Giano, apuntó a las autoridades. "Nuestros gobernantes no pueden hacer oídos sordos a un reclamo cuya finalidad es algo tan legítimo como cuidar la salud del pueblo por sobre los intereses económicos", sentenció.

Por su parte, la directora ejecutiva de FIC Argentina, Verónica Schoj, destacó en InfobaeTV que "las experiencias en el mundo muestran que se puede subir los impuestos al tabaco", y citó los casos exitosos de Brasil, Uruguay, Chile y Panamá.

En Brasil, por ejemplo, los impuestos treparon un 74% entre 2006 y 2013, lo que se tradujo en una caída del 32% en la demanda y una recaudación 48% mayor.

VERONICA SCHOJ.mp4

Fuentes de la industria tabacalera han divulgado en los últimos días la idea de que "los impuestos al tabaco en Argentina son altos", lo cual es una verdad a medias que esconde lo más importante. Si bien la carga fiscal promedio en el mundo es del 50% y en el país es de casi el 70%, se parte de una tarifa tan barata que el precio final está entre los cuatro más bajos del continente. Incluso, según el Atlas del Tabaco, el precio relativo, es decir, el que tiene en cuenta el nivel de ingresos –la asequibilidad–, es el menor de Latinoamérica.

Hace unos días, la organización FIC Argentina divulgó un estudio sobre la evolución del poder de compra de cigarrillos en Argentina, en el que calculó cuántos paquetes de cigarrillos se puede comprar con un sueldo promedio. Encontró que la cifra casi se duplicó de 236 en 2005 a 442 en 2013.

"Los cigarrillos se han ido abaratando progresivamente respecto del costo de vida y del crecimiento del ingreso", analizó Schoj.

En el Ministerio de Salud están analizando distintas alternativas. "Como es el único tema que no contempla la ley nacional, estamos trabajando en el desarrollo de una propuesta, que recién la estamos analizando, pero que creemos que es una necesidad que tiene el país", anunció a Infobae el titular del Programa Nacional de Control de Tabaco, Jonatan Konfino. Hay varias ONG que también están estudiando el tema.

Aunque la mayoría de los aumentos de impuestos son considerados antipopulares, en el caso del tabaco una suba es apoyada por casi el 80% de los argentinos, según la última Encuesta Mundial de Tabaco en Adultos.

Los proyectos se basan en la voluminosa evidencia científica, que prueba la eficacia de la política fiscal de control de tabaco en la disminución del consumo y el aumento de la recaudación fiscal.

En el caso particular de Argentina, un novedoso estudio en cuya presentación estuvo Infobae sumó evidencia al concluir que un aumento del 10% en el precio retrasaría 3 años la edad de iniciación, por lo que afectaría directamente a la adolescencia, la edad en la que la mayoría de los fumadores empiezan a hacerlo.

Ese resultado concuerda con otras investigaciones anteriores. Hay tres estudios sobre Argentina. El primero, un trabajo de Martín Gonzáles-Rosada para la Organización Panamericana de la Salud, incluye una simulación en que estima una baja del 0,26% del consumo frente a un aumento del 1% del precio. Sostiene que cuanto mayor es el aumento, más grande es la caída de la demanda.

Los otros dos trabajos sobre el caso argentino arrojaron cifras similares: encontraron que la demanda caería 0,34% y 0,29%, respectivamente, frente a cada punto porcentual que suba el precio.

Lejos de la creencia popular, fumar no es un negocio para el Estado. Un reciente estudio del prestigioso Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS) calcula que en Argentina se destinan 24 mil millones de pesos al año para combatir las enfermedades vinculadas al tabaquismo, alrededor del doble de lo que se recauda vía impuestos.

Entre los firmantes del comunicado proimpuestos están la Asociación Argentina de Tabacología (AsAT), el Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES), la Federación Argentina de Medicina Familiar y General (FAMFyG), la Fundación Cáncer (FUCA), la Fundación Interamericana del Corazón Argentina (FIC Argentina), la Sociedad Argentina de Cardiología y la Universidad ISALUD. La nota recuerda que Argentina nunca ratificó el Convenio Marco para el Control del Tabaco de la OMS, el tratado internacional que más adhesiones tiene, pero que por presión de la industria tabacalera nunca pasó el trámite en el Congreso nacional.

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