Cómo se originó la deuda argentina con el Club de París

El gobierno de Cristina Kirchner llegó a un acuerdo para cancelar obligaciones que el país arrastra desde hace casi seis décadas. La historia de un conflicto con un organismo internacional cuya creación está ligada directamente a la Argentina

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El secretario de Finanzas, Pablo López (izquierda), el ministro de Economía, Axel Kicillof (centro), y el secretario de Legal y Administrativo, Federico Thea (derecha)<br>  162
El secretario de Finanzas, Pablo López (izquierda), el ministro de Economía, Axel Kicillof (centro), y el secretario de Legal y Administrativo, Federico Thea (derecha)<br> 162
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El Club de París es un foro informal de acreedores y deudores que surgió en mayo de 1956 tras una reunión entre gobiernos con los que el Estado argentino había contraído deuda: en conjunto acordaron renegociar un débito que entonces era de unos U$S 700 millones.

El organismo está integrado por 19 naciones: Estados Unidos, Inglaterra, Austria, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Israel, Italia, Japón, Holanda, Rusia, España, Suiza, Suecia, Australia, Noruega y Bélgica; a excepción de los últimos tres países, Argentina les debe a todos.

Gran parte de los compromisos financieros se tomó durante la dictadura militar; sin embargo, el déficit se multiplicó bajo la administración de distintos gobiernos democráticos. El Estado nacional logró avances en renegociaciones realizadas en 1962, 1965, 1985, 1987, 1989, 1991 y 1992, pero cayó nuevamente en incumplimiento como consecuencia de la crisis de 2001, cuando -bajo la fugaz presidencia de Adolfo Rodríguez Saá- el país declaró el cese de pagos de la deuda externa.

Esa decisión implicó que se dejara de pagarle también al Club de París: en 2001, Argentina le debía a ese organismo internacional unos U$S 1.879 millones que se multiplicaron rápidamente por los intereses y la revaluación de las monedas internacionales. En pocos años, el pasivo llegó a U$S 6.450 millones.

En diciembre de 2008 el gobierno de Cristina Kirchner anunció que cancelaría su deuda con ese foro de acreedores, con fondos que saldrían de las reservas del Banco Central. Sin embargo, la crisis mundial que se desató ese mismo año provocó un cambio de planes y dejó vigente la deuda: al 30 de abril último, Argentina debía 9.700 millones de dólares.

El Club de París, cuyo presidente es el director del Tesoro francés -en este caso Ramón Fernández-, se rige por cinco principios y cuatro reglas: uno de los primeros sostiene que las renegociaciones de la deuda se aplican únicamente para países que necesitan una reestructuración, lo que debe ser constatado por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Otro principio indica que las decisiones del foro se analizan caso por caso y son tomadas por consenso entre todos los integrantes; entre las reglas también se establece que las deudas cubiertas son obligaciones del sector público o garantizadas por el sector público.

El foro se reúne en París unas 10 u 11 veces al año y es coordinado por representantes de Francia: hubo más de 400 acuerdos con 86 países deudores, entre los que se encuentran Brasil, Perú y México.

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