Cuando el incidente por la misiva que recibió la presidente Cristina Kirchner desde la Nunciatura Apostólica y bajo la firma del papa Francisco ya había desaparecido de la opinión pública y superado el malhumor social que generó, la diputada nacional del a href="http://www.infobae.com/personajes/frente-amplio-a2106" rel="noopener noreferrer" Frente Amplio/a UNEN volvió sobre el tema e hizo hincapié en los "daños" que provoca el uso político de la figura papal. En esa línea, lanzó polémicas declaraciones.
Alejada del Sumo Pontífice, según ella misma reveló aunque dijo no estar enojada con él, opinó que se trató de un "papelón de la diplomacia vaticana". "Pasó mucho y todo lo que yo sé no tiene por qué ser público; pero sé lo que pasó, pregúntenselo al Papa", disparó la legisladora.
En entrevista con el canal Todo Noticias, donde deslizó que ya está para "retirarse" de la política al tiempo que aseguró que no es "candidata a nada", abundó en el cortocircuito ocurrido la semana pasada cuando la jefa de Estado recibió una nota que llevaba la firma de la máxima autoridad de la Iglesia Católica con motivo de la celebración de un nuevo aniversario del 25 de Mayo.
Primero desde el Vaticano se dijo que la carta era falsa y luego hubo una retractación y se confirmó que era veraz, pero aclaró que no se trataba de un mensaje especial, escrito de puño y letra por Francisco, sino de una comunicación protocolar que se entrega a todas las naciones en ocasión de sus festividades.
"Creo que Dios corrige. Uno a veces no se da cuenta, pero ser Papa también es un aprendizaje", sostuvo Carrió y remató: "Me gustó que haya metido la pata. Me gustó para que se deje de sacar fotos con todo el mundo".
Tras señalar que se quedó sin "confesor", la líder de la Coalición Cívica le bajó luego el tono a sus afirmaciones y subrayó que también le "gustó mucho que haya besado el Muro (de los Lamentos)" en Jerusalén el lunes, en el marco de su recorrida por Tierra Santa.
"La verdad que es un hombre que con todos sus defectos está haciendo una misión extraordinaria. Ese abrazo en el muro (el Papa, el rabino Skorka y el musulmán Abboud) es lo más importante que le ha sucedido al mundo en el último tiempo. Fue una cosa maravillosa", consideró.
A su juicio, "hay que empezar a ver a (Jorge) Bergoglio más como Papa que como un actor de la política interna porque lo estamos dañando mucho". "Esto que está haciendo tiene un sentido enorme para toda la humanidad. Yo me quedo con este Bergoglio, no me interesa el otro", resumió.