El gobierno de Nicolás Maduro acusó, este miércoles, a un grupo de opositores venezolanos –entre ellos, la destituida diputada María Corina Machado– y al embajador de Estados Unidos en Colombia, Kevin Whitaker, de planear un golpe de Estado y magnicidio contra el mandatario.
La presentación de la denuncia fue hecha por el alcalde caraqueño, Jorge Rodríguez; la primera dama, Cilia Flores; el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello; el ministro de Petróleo, Rafael Ramírez; y el vicepresidente, Jorge Arreaza, en una conferencia de prensa. Allí exhibieron cinco supuestos correos electrónicos de Machado y otros dirigentes antichavistas donde discutían formas de acelerar una crisis política y derrocar a Maduro.
"Es hora de acumular esfuerzos, hacer las llamadas necesarias y obtener el financiamiento para aniquilar a Maduro y lo demás caerá sólo", leyó Rodríguez en una comunicación que presuntamente Machado envió al ex precandidato presidencial Diego Arria.
Rodríguez señaló a Whitaker como coordinador "en un golpe de Estado con complicidad de políticos y civiles venezolanos", en el que estarían implicados el banquero venezolano Eligio Cedeño, residente en Estados Unidos, y al ex presidenciable Henrique Salas Römer, entre otros.
"Se difunde ahora infamia en mi contra por 'alto mando político' del régimen", criticó en Twitter Machado, quien fue destituida el 24 de marzo por el PSUV tras ser acusada de actuar como delegada alterna del gobierno de Panamá en una audiencia ante la ONU.
Según la dirigencia chavista, las protestas estudiantiles contra el Gobierno desde hace más de tres meses "son una fase" del plan golpista y "de la acción violenta de la ultraderecha venezolana", que habría planificado "guarimbas (bloqueo de calles), golpe militar y magnicidio".
"No nos vuelvan a decir que fueron protestas pacíficas y espontáneas", dijo el alcalde en alusión a las manifestaciones contra la crisis económica con una inflación cercana a 60% y la escasez productos básicos, que desde febrero han dejado 42 muertos, unos 800 heridos y más de 150 personas detenidas.
Rodríguez instó al Departamento de Estado estadounidense y a la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) a emitir opinión sobre estas denuncias y pidió que la Justicia intervenga en "esta denuncia política que lo único que persigue es prevenir estas acciones violentas".
La acusación del chavismo surge cuando el Congreso de Estados Unidos votó a favor de un proyecto de Ley para aplicar sanciones a funcionarios venezolanos que cometieron violaciones contra los derechos humanos durante las protestas en el país caribeño.
No se trata de la primera vez que el chavismo ve supuestas conspiraciones en su contra. Ya sucedió cuando, el mismo día en que se anunció la muerte de Hugo Chávez –el 5 de marzo de 2013–, Maduro dijo que Estados Unidos le había inoculado cáncer al líder de la revolución bolivariana.
Para Maduro, además, la crisis económica que atraviesa Venezuela se debe a una "guerra" emprendida por el empresariado en su contra. Incluso, acusó a la empresa Alimentos Polar, la mayor productora alimenticia local, de esconder productos básicos para causar desabastecimiento.