Un avión civil a motor se precipitó este martes por la tarde sobre aguas del Río de la Plata cuando cubría la ruta entre el aeropuerto bonaerense de San Fernando y Carmelo, Uruguay. Se trata de una nave modelo BE20, que partió con nueve personas, en un vuelo que dura aproximadamente entre 15 y 20 minutos.
Minutos después de las 14 de ayer, la Fuerza Aérea recibió una alerta previa al accidente. Poco después de las 15, un helicóptero de la Prefectura argentina dio con el lugar del siniestro, a unos 10 kilómetros al sudoeste de Carmelo.
Las imágenes mostraban que la nave turbohélice había logrado de alguna manera amerizar en una zona baja. Los mayores daños se observaban en la trompa, la cola y los extremos de las alas.
Los rescatistas, a los que rápidamente se sumaron los uruguayos, pudieron bajar al lugar para ayudar a los sobrevivientes. "En todo momento les decíamos que trataran de guardar la calma, y que los íbamos a sacar. Aun en estado de shock, nos pedían 'por favor, apúrense'", relató Cristian Montiel, uno de los miembros del equipo, en declaraciones a TN.
lvaro Loureiro, vocero de la Fuerza Aérea uruguaya, precisó que al momento del contacto "cuatro estaban conscientes y cuatro no". El secretario de Seguridad, Sergio Berni, reconocía por entonces que había atrapados y que la situación era "grave".
Cerca de las 17, Gastón Juansolo, el vocero de la Armada de Uruguay que en principio había dicho que estaban "todos vivos", indicó en diálogo con América 24 que había cinco fallecidos.
Media hora después, Berni corroboró desde Puerto Madero la cantidad de fallecidos. "Por orden de la jueza, los cuerpos van a quedar en el lugar hasta que llegue ella", indicó el al remarcar que el siniestro se produjo en aguas de ese país. Y agregó que de momento "no se pueden determinar los motivos" de la caída.
Los sobrevivientes fueron Santiago Villamil e Ignacio Llosa, que fueron atendidos en el hospital de San Fernando, y Sebastián Vivona y Paula Silvana Buery, que se recuperaban en Uruguay.
La nave accidentada pertenece a Federico Bonomi, dueño de la conocida marca de indumentaria Kosiuko. Desde los EEUU, en diálogo con canales de TV, el empresario dijo desconocer qué pudo haber ocurrido. "Es un avión de última generación, bien mantenido", indicó y señaló que el piloto, Leandro Larriera, tenía una vasta experiencia y se capacitaba permanentemente en el exterior.
"Es muy raro, que haya caído al agua me habla de algún problema que sufrió la máquina o el combustible", dijo el empresario, quien confió en que las pericias ayudarán a entender lo sucedido.
Aunque admitió no saber con exactitud qué motivó el viaje que terminó en la tragedia, Bonomi estimó que es probable que Vivona, gerente comercial de Kosiuko –quien tuvo notoridad pública durante el noviazgo que sostuvo con la modelo Carolina "Pampita" Ardohain–, estuviera con personal de una agencia de viajes "viendo la posibilidad de hacer algo con el hotel" Casa Chic, el emprendimiento que tiene la marca en Carmelo.
A sólo cinco minutos de llegar
"Era un vuelo de 25 minutos y calculamos que el accidente, por donde estaba ubicado el avión, habrá ocurrido a las 12.40, unos cinco minutos antes de llegar a destino", estimó el vocero de la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC).
Asimismo, precisó que una vez que la torre de control de Carmelo no advierte la llegada de la aeronave "avisa a su par de San Fernando y, a partir de allí, se inicia el operativo de búsqueda de la máquina, la cual es avistada alrededor de las 14, con los cinco cuerpos ya fallecidos en su interior".
La jueza de Carmelo, María Alexandra Facal, inició el expediente de oficio, debido a que el accidente fue en jurisdicción de Uruguay. La primera acción que hizo ayer fue solicitar las autopsias de los cinco cuerpos. Anoche, tres de ellos ya habían sido trasladados del avión al lugar donde se harán las pesquisas.