Los combates que se produjeron el lunes entre los rebeldes y las fuerzas ucranianas en la ciudad de Donetsk dejaron unos 100 muertos entre insurgentes prorrusos y civiles, aseguró el primer ministro de la autoproclamada república popular, Alexander Borodai.
Sin embargo, el alcalde de Donetsk, Alexander Lukianchenko, afirmó que fueron 40 las personas que perdieron su vida durante los enfrentamientos en la terminal aérea. Aunque no especificó a qué bando pertenecían los muertos, dijo que al menos había cuatro civiles.
Los combates, que se reanudaron este martes, tuvieron lugar en la estación aérea de la ciudad más rica de Ucrania, donde la Fuerza Aérea de ese país lanzó un ataque, y se extendieron después hacia la estación de ferrocarril y otras partes de esta ciudad, bastión rebelde en el sudeste ucraniano.
Según dijo Borodai en conferencia de prensa, más de 50 milicianos rebeldes murieron durante los combates con los soldados ucranianos, y el resto se trata de civiles desarmados.
"Hemos perdido a más de 50 milicianos. Una gran parte de ellos falleció como resultado del bombardeo del ejército ucraniano contra dos camiones Kamaz, que transportaban a heridos desde la zona de los combates cercana al aeropuerto", precisó el jefe de los separatistas.
El "primer ministro" de la república popular rebelde de Donetsk hizo estas declaraciones en la morgue del hospital de la ciudad, adonde fueron trasladadas las víctimas, según informa la agencia de noticias rusa RIA Nóvosti.
"Nuestros dos camiones Kamaz fueron bombardeados tanto desde el aire, desde helicópteros, como desde tierra", agregó Borodai.
El líder insurgente dijo además que la mayoría de los muertos en las filas rebeldes cayeron por los ataques aéreos desde helicópteros y cazabombarderos.
Los civiles murieron por los ataques del ejército ucraniano en barrios de viviendas, añadió, y concluyendo señalando que sus familias "recibirán compensaciones" de las autoridades rebeldes.
Nuevo pedido ruso
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, reiteró este martes la exigencia de Moscú para que Ucrania deje de utilizar al Ejército para reprimir la rebelión en el sudeste rusohablante del país.
"El objetivo número 1 y la prueba de solidez de las autoridades de Kiev, teniendo en cuenta los resultados de las elecciones presidenciales, es el cese inmediato de la utilización del Ejército contra la población y el fin de cualquier violencia por las partes", dijo Lavrov en rueda de prensa.
El jefe de la diplomacia rusa destacó que su nación respeta los resultados de los comicios realizados el domingo pasado en el país vecino, en los que el magnate Petró Poroshenko se proclamó presidente de Ucrania tras obtener más del 54% de los votos.
Asimismo, el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, indicó que el presidente ruso Vladimir Putin ya hizo pública su postura antes de los comicios y que es de "respeto a la elección del pueblo ucraniano, y su postura no ha cambiado.
Freno a la cumbre
Peskov también afirmó que "todavía es prematuro" hablar de una reunión entre el mandatario ruso y Poroshenko, en declaraciones publicadas este martes por el periódico Kommersant.
"Aún es prematuro hablar de ello", admitió Peskov al comentar las declaraciones hechas el lunes por Poroshenko en Kiev acerca de que espera reunirse con Putin en la primera mitad de junio próximo.
El mandatario ucraniano electo remarcó que la reunión con los dirigentes rusos no debe limitarse a un "apretón de manos" y, por lo tanto, debe ser preparada de manera minuciosa.
Destacó que sin la participación de Rusia "sería imposible parar la guerra y llevar la paz al este del país", donde en las regiones de Donetsk y Lugansk las fuerzas gubernamentales ucranianas combaten contra milicias prorrusas.
"Deben producirse resultados, la gente del Este los está esperando", dijo Poroshenko al referirse a las futuras negociaciones con Rusia.