El gobierno de Brasil admite que las protestas contra el Mundial perjudican su economía

El secretario general de Presidencia intenta tranquilizar al turismo y a los inversores frente a las fuertes marchas en el país. "Nuestra expectativa es que las manifestaciones pierdan cada vez más el sentido de multitud", dijo

AFP 163

El Gobierno de Brasil espera que las manifestaciones contra el Mundial de fútbol dejen de reunir a multitudes, ya que se ha realizado una campaña para aclarar los gastos del evento y las obras empiezan a ser entregadas, declaró este viernes el secretario general de la presidencia, Gilberto Carvalho.

Brasil se prepara para ser sede del Mundial por segunda vez en su historia, poniendo fin a una preparación que se vio asolada por retrasos, sobrecostos y manifestaciones de millones de brasileños indignados con el dinero que el Estado invirtió en la cita deportiva.

"Nuestra expectativa es que de aquí en adelante las manifestaciones contra la Copa pierdan cada vez más el sentido de multitud porque, a medida que el evento se aproxima, se entregan aclaraciones y las ventajas para el país van quedando más claras. Esas manifestaciones contra la Copa van perdiendo importancia", dijo el ministro en Brasilia.

AP 163

Carvalho agregó que eso no excluye posibles "movimientos oportunistas que aprovechen la visibilidad que tendrá el país en ese momento para sacar provecho del ambiente".

La posibilidad de protestas durante el Mundial preocupa al Gobierno, ya que pueden causar perjuicios económicos al país durante el evento, complicar la realización del torneo y manchar la imagen internacional de Brasil.

En los últimos días, los movimientos que luchan por viviendas y las huelgas de trabajadores del transporte público y la seguridad pública han afectado a varias ciudades que serán sede del evento.

AFP 163

El ministro admitió que el Gobierno debe encontrar un método más adecuado para tratar las expropiaciones para obras de infraestructura, incluso para los Juegos Olímpicos de 2016 en Río de Janeiro, donde también hay mucha presión de los movimientos sociales contra las desocupaciones.

Carvalho no descartó que el escenario de manifestaciones se repita durante las Olimpiadas.