Por error, el gobierno argentino difundió una carta falsa del Papa

La misiva estaba dirigida a la presidente Cristina Kirchner con motivo de la fiesta patria del 25 de Mayo. Pero el Vaticano desmintió que haya sido enviada por Francisco

AFP 162

Desde que asumió la conducción de la Iglesia católica, las palabras de Jorge Bergoglio -ahora Francisco- tienen otro peso. Cada carta, cada mensaje, reviste importancia para los destinatarios, sobre todo si se trata de gobiernos. Y en la Argentina, por supuesto, más aún.

Esta mañana, Infobae recibió por el correo oficial de Presidencia una carta que llevaba la firma de Francisco y estaba dirigida a la presidente Cristina Kirchner. En la misiva, con motivo de los festejos por el 25 de Mayo, el Papa abogaba por una "convivencia pacífica" y el "diálogo constructivo". También pedía que "creciera la solidaridad, la concordia y la justicia".

Sin embargo, el Vaticano aclaró, esta tarde, que se trataba de una carta falsa. Así lo sostuvo en diálogo con este medio el oficial de protocolo Guillermo Karcher, quien dijo que se enteró de la misiva -a la que calificó de "papelito"- por los medios de comunicación. "Yo lo recibí por Whatsapp", precisó.

"Francisco se quedó atónito", contó el monseñor, quien subrayó que él tomó la decisión de desmentir la información con el aval del Sumo Pontífice.

Karcher consideró de "mal gusto poner el nombre del Papa" en una carta falsa. "No es justo, con el Papa no se juega", añadió.

Consultado sobre si era posible confirmar la veracidad del mensaje chequeando los canales que suele utilizar habitualmente la Santa Sede para ese tipo de escritos, Karcher reconoció que sería difícil, puesto que Francisco "tiene la libertad de escribir y mandar como quiere" una carta.

Reconoció, de todos modos, que no supo si algún funcionario del Gobierno se comunicó para corroborar la autenticidad del documento. Y añadió que "las contradicciones" en el membrete -que dice Nunciatura Apostólica y no Vaticano- son señal clara de que no era una nota oficial.

Monseñor Karcher evitó especular sobre quién habría sido el autor de la nota, pero evaluó que fue "muy hábil" al utilizar sentimientos que podrían ser comunes para el Santo Padre. El texto, no obstante, tenía errores de ortografía y un tono que no se asemeja al que usó en otras ocasiones.