Testigo del caso Ciccone dejó el país por las amenazas: "Temo por mi vida"

A través de una carta, el ex director general de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Economía, José Guillermo Capdevila, informó su decisión de irse de la Argentina. "Nadie del Gobierno ni de la oposición me dio apoyo", dijo

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Tras haber sido amenazado en reiteradas veces, uno de los testigos clave del caso Ciccone resolvió dejar el país. En una carta enviada a los medios, el ex director general de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Economía, José Guillermo Capdevila, reconoció que teme por su vida y responsabilizó tanto al gobierno nacional como a la oposición y la Justicia.

"Lo que quiero que se sepa es que nadie del Gobierno, ni de la Justicia, ni de las fuerzas de Seguridad, ni de la oposición se ha puesto en contacto conmigo para darme apoyo y mucho menos protección alguna (a los que les corresponde), como se le debería dar a un testigo (llamado clave) amenazado en una causa de tanta relevancia institucional", escribió.

Según informa el diario La Nación, horas después de que dejó el país, un allegado a Capdevila entregó dos escritos ante la Justicia: uno al juez Ariel Lijo, quien instruye el caso Ciccone, y otro al juez Sebastián Casanello, para la causa que investiga las amenazas en su contra.

"He decidido con gran tristeza pero por mi propia seguridad y arreglándomelas por mí mismo y con la sola ayuda de mi familia irme de la Argentina (de mi país) porque temo por mi vida y nadie de los que tienen la responsabilidad institucional y moral fueron capaces de cuidarme", informó en su carta.

Capdevila fue citado como testigo en la causa que investiga irregularidades en la venta de la ex Ciccone Calcográfica debido a que como funcionario redactó un dictamen en el que objetó que el entonces ministro de Economía Amado Boudou pidiera que la AFIP le otorgara un plan con beneficios excepcionales a la nueva sociedad controlante de la imprenta.

Capdevila ya declaró en el expediente por el Caso Ciccone. Al principio de la investigación, cuando el caso estaba en manos del fiscal Carlos Rívolo, Capdevila se presentó en Tribunales. Allí ratificó que él le había aconsejado a Boudou que no interviniera en el expediente de la AFIP acerca del pedido de beneficios hecho por The Old Fund. El viernes próximo Capdevila debía declarar en el juzgado de Lijo solo para ampliar aquel testimonio que había dado en 2012.

iA continuación, la carta completa de José Guillermo Capdevila:/i


A la opinión pública,

Me dirijo a la gente, a los ciudadanos, a través de los medios de comunicación para ponerles de manifiesto la situación humana por la que estoy pasando. Hace ya hoy una semana que trascendió en los medios periodísticos, diarios, radio y televisión que fui objeto de amenazas en relación a mi próxima declaración como TESTIGO en la Causa Ciccone. (Testigo por el hecho de haber cumplido con mi deber legal, ya que en ese momento antes que se me desplazara era el Director General de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Economía, en un expediente administrativo y advertir al entonces Ministro de Economía Amado Boudou que no debía intervenir en el expediente de Ciccone, consejo que no siguió).

Las amenazas que fueron hechas a mi persona en la cara por dos sujetos desconocidos en la vía pública y fueron acompañadas de seguimientos muy sospechosos y repetidos hechos a familiares en vehículos durante largos recorridos en la Ciudad de Buenos Aires y en la Provincia de Buenos Aires. Basta decir que los medios de comunicación manifiestan que soy un TESTIGO CLAVE en una emblemática causa que esta involucrando el Vicepresidente de la Nación AMADO BOUDOU el cual se halla en ejercicio de sus funciones, incluso a cargo del Ejecutivo en diferentes y a veces prolongadas circunstancias, como el caso de la etapa de recuperación de la salud de la Señora Presidente de la Nación.

Lo que quiero que se sepa es que nadie del Gobierno, ni de la Justicia, ni de las fuerzas de Seguridad, ni de la oposición se a puesto en contacto conmigo para darme apoyo y mucho menos protección alguna (a los que les corresponde), como se le debería dar a un testigo (llamado clave) amenazado en una causa de tanta relevancia institucional.