El desayuno debe tener un importante componente energético. Los carbohidratos, a través de pan o cereales, son indispensables.
La otra pata son las vitaminas y minerales que aportan las frutas. Como complemento, la leche y el café funcionan perfectamente.
Después de eso, el deportista está en condiciones de someterse a un entrenamiento exigente, que debe estar acompañado de agua y bebidas especiales para reponer las sales perdidas con el sudor.
Entonces llega el momento de la segunda comida, la de media mañana, según el menú diseñado por Fernando García Oliveri, nutricionista del Real Valladolid, de la Liga de Fútbol Profesional de España.
"Primero en el vestuario y posteriormente en sus casas, los jugadores rellenan los depósitos de glucógeno (forma de almacenamiento de carbohidratos en el organismo) y favorecen la reparación de tejidos dañados durante el entrenamiento.
Aquí es donde se produce la mayor ingesta de carbohidratos, ya que es cuando mejor los asimila el cuerpo. Para favorecer la rapidez de reposición se facilitan batidos, además de una cierta cantidad de proteínas. Son idóneos hasta que el jugador llega a casa y come. Además también se ofrece fruta", contó García Oliveri en una entrevista con ABC.
El almuerzo, que viene inmediatamente después, es la comida más importante del día. Tiene tres partes: una entrada fuerte en carbohidratos, un plato principal con proteínas y una guarnición a elección, y para terminar, un postre.
Los alimentos que pueden cumplir esta función son el arroz, las pastas, las legumbres y las patatas. También una carne sin mucha grasa, huevo o pescado. Como guarnición, puede haber un poco de verdura, y de postre, frutas o yogur.
La cuarta comida es la merienda, luego de una siempre útil y necesaria siesta. "Fundamentalmente a base de frutas, leche, yogur, frutos secos y bocadillos", precisó el nutricionista.
"La última, la cena, también debe aportar carbohidratos, pero en cantidades más pequeñas que en el almuerzo, siendo un buen momento para introducir todos los minerales y vitaminas que podrían faltar. Aquí cobran una mayor importancia grupos de alimentos como verduras, hortalizas, frutas y lácteos", agregó.
Si bien esta dieta puede parecer muy sobrecargada, lo que se vincula al gran desgaste físico al que se enfrenta un futbolista profesional, puede funcionar perfectamente para una persona común. Aunque con algunos retoques.
"A menudo se piensa que la alimentación de un futbolista difiere mucho de la que deberían llevar la gente normal -dijo García Oliveri-, pero no es así.
, el resto de nutrientes pueden satisfacerse con
El problema está en que
, por lo que los futbolistas, y en general los deportistas, siguen una alimentación diferente a los demás".