Cannes: el beso de la discordia

Una actriz iraní besó en la mejilla al director del festival de cine más importante de Europa. El gobierno de Teherán condenó el saludo

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La actriz iraní Leila Hatami ha sufrido en las últimas horas una serie de críticas desde el corazón del régimen de su país por saludar con un beso en la mejilla al director del Festival de Cannes, Gilles Jacob.


La escena condenada por el Ministerio de Cultura de Irán fue de lo más "normal" a los ojos de Occidente. La actriz -que además es miembro del jurado del principal evento de cine de Europa- saludó al responsable del festival a la vista de todo el mundo en la famosa "alfombra roja" de las estrellas, consignó el diario español El Mundo.


Según el ministerio iraní, el beso que dio Hatami fue "inapropiado" y no corresponde a la imagen de "castidad" que quiere dar el régimen. "Aquellas que participan en eventos internacionales deberían tener en cuenta la credibilidad y castidad de los iraníes, para no dar una mala imagen de las iraníes. Es una actitud inapropiada", manifestó Hossein Noushabadi.


Según la ley iraní, una mujer de esa nacionalidad no puede mantener ningún tipo de contacto físico con una persona extranjera.


"Sea artista o no, la mujer iraní es el símbolo de la castidad y de la inocencia. Una actitud inapropiada en el Festival de Cannes no es acorde con los principios religiosos", reiteró Noushabadi.


El director del Festival de Cannes respondió por Twitter a las críticas que recibió la actriz: "He sido yo quien ha besado a la señora Hatami. En ese momento ella representaba para mí todo el cine iraní", dijo y añadió que un beso en la mejilla es una costumbre habitual en Occidente.


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