Según un estudio publicado en la revista Science, el esqueleto humano (al que se apodó "Naia") de entre 12 mil y 13 mil años hallado en 2007 en una cueva submarina en Quintana Roo, México, es el más antiguo en América. Este descubrimiento confirma que los indígenas americanos son descendientes de los primeros habitantes del continente.
"Nuestros resultados del análisis de ADN mitocondrial extraído de un diente muestran que Naia estaba vinculada por vía materna a los nativos americanos actuales", dijo Deborah Bolnick, miembro del equipo de investigación.
Naia, que murió en el período Pleistoceno Tardío a los 15 o 16 años, fue estudiada extensamente y se cree que fue una asiática que formó parte de las migraciones que llegaron a América desde Siberia. Murió al quebrarse la pelvis por una caída en la cueva, que fue bautizada como Hoyo Negro, informa The Guardian.
"El momento en que entramos, supimos que era un lugar increíble. El suelo desapareció por debajo de nosotros y no podíamos ver el otro lado. Nadamos para abajo. Todo lo que vimos era oscuridad. Varios minutos pasaron para que nuestros ojos se acostumbraran a la oscuridad, y de pronto empezamos a ver todos estos huesos", dijo Alberto Nava, uno de los de los descubridores de Naia. Además del esqueleto, se encontraron restos de 26 mamíferos correspondientes a 11 especies distintas.
Organizaciones como National Geographic Society, el Instituto Waitt, el Archaeological Institute of America y la National Science Foundation participaron en el análisis científico.