La organización del Mundial Brasil 2014 le cuesta caro a Brasil. El país se ve paralizado por manifestaciones y protestas que se manifiestan en contra de recibir a la Copa del Mundo a partir del 12 junio.
Ellos proponen que ese dinero utilizado para albergar el certamen se destine a la salud, la educación y el transporte, entre otras áreas.
Dentro de los grupos que luchan contra el evento mundialista, El Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST) ocupa el lugar más importante con paralizaciones constantes en la ciudad de San Pablo. Los luchadores por una vivienda digna y la reforma urbana ganaron terreno, pero su pelea no es de ahora.
"Somos un movimiento de los trabajadores. Los trabajadores, informales, subempleados, desempleados, y más de 50 millones de brasileños que no tienen ni siquiera una vivienda digna. Vivimos en alquiler, en zonas peligrosas de las periferias urbanas de Brasil", se definen en su sitio web.
El movimiento lleva su lucha durante 20 años, incluso en el silencio mediático y la indiferencia de los gobiernos de turno. Actualmente cortan las autopistas y las avenidas paulistas de mayor caudal y generan caos en la ciudad con mensajes como "la Copa sin pueblo, estoy en las calles de nuevo", en alusión al desalojo.
Están apoyados por movimientos de ocupaciones como Vila Nova de Palestina (con 8.000 familias en San Pablo), Barriada Telerj (que suma 5.000 familias en Río de Janeiro) y Copa do Povo, que en una semana alcanzó los 4.000 acampes.
En una nueva jornada de protestas en Brasil, el MTST cerró cinco avenidas principales en el sur, al este y las zonas centrales de San Pablo. Varias de las ciudades sede de la Copa del Mundo y otras capitales brasileñas deben recibieron el jueves con reclamos a los gastos del evento.
La semana pasada, realizaron cuatro manifestaciones simultáneas y ocuparon las sedes de tres grandes constructoras. La gigantesca Odebrecht, AOS Emprendimentos y Andrade Gutierrez, fueron invadidas por las pintadas de los grupos manifestantes.
El acto, bautizado como "15M: Día internacional de las luchas contra el Mundial 2014", tiene como objetivo criticar "la violencia estatal que se intensifica con el Mundial de la FIFA de 2014", y reivindicar mejoras en servicios.
"A menos de 3 kilómetros del palco de apertura, miles de familias luchan debajo de la lona por el derecho básico de una vivienda digna", escribe MTST en su página web para ilustrar la desigualdad social.