Para los turistas que pasan por al lado, el Palacio de López, sede de la Presidencia de Paraguay en Asunción, es un edificio majestuoso e icónico de la historia del país. Para los que trabajan ahí es una pesadilla: el ala oeste, que equivale al 40% del edificio, es un nido de termitas que están destruyendo los suelos y techos de madera del edificio.
"Está dañada toda su estructura de madera, entresuelos y cubiertas que actúan como soporte del Palacio", declaró Gustavo Glavinich, arquitecto del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC).
También agregó que otra parte del edificio, correspondiente a sótanos y antiguas caballerizas, no sólo está invadida por termitas, sino, también, murciélagos, lo que expande el problema a un 60% del palacio.
"En 2012, se invirtieron unos cinco millones de dólares para salvar esa parte del Palacio, donde está el despacho presidencial, el gabinete militar y un salón para la presentación de cartas credenciales", explicó Glavinich.
Sin embargo, al no haber una segunda inversión, el lado este del palacio esta siendo dejado a merced de los insectos. Para evitar mayores problemas, Glavinich recomendó, además de llevar la guerra a la plaga, trasladar las oficinas a un edificio anexo al Palacio y que este sólo sea usado para asuntos protocolares y visitas del público.