Guillermo Pereyra está en alza. Tras vencer al kirchnerismo en las internas, se quedó por amplio margen con una banca en el Senado por su provincia, Neuquén. Desde entonces camina sin bajar la mirada entre oficialistas y massistas, bien plantado en la CGT Azopardo; y por estos días adelantó que buscará arrebatarle el control del MPN al gobernador Jorge Sapag. Confiado en su diálogo a tres bandas, no tembló en su intención de juntar a Hugo Moyano con ministros del gabinete nacional.
La cita será este viernes, a las 13, en la localidad de Plaza Huincul. El motivo: la inauguración de un nuevo sanatorio, que fue remodelado y será gerenciado por el sindicato del Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, que encabeza Pereyra.
El sindicato aseguró que la Casa Rosada corroboró la presencia del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido. A Moyano lo acompañará "la plana mayor" de la central obrera que dirige, aseguró el comunicado. "Se esperaba que se confirme la asistencia del gobernador, que fue invitado especialmente por el senador", añadió la nota no sin cizaña. Al parecer, Sapag estaría dispuesto a resignar la oportunidad para no aparecer de "invitado" en un evento con quien pretende disputarle la conducción del partido en la provincia.
"Con una inversión cercana a los 140 millones de pesos, (el sanatorio) será el más importante en equipamiento y complejidad de todo el interior de la provincia. Cuenta con 4.800 metros cuadrados que fueron refaccionados y con 1.800 metros cuadrados nuevos, en los que se distribuyen los sectores de Terapia Intensiva –única en la zona–, Neonatología y Maternidad, entre otros", precisó el texto.
La ocasión posibilitará el reencuentro entre De Vido, quien en 2008 firmó el acuerdo para que se realice este proyecto, con Moyano. El ministro cultivó una relación fecunda con el dirigente gremial mientras éste estuvo cerca del Gobierno, al punto que lo acompañó en el funeral de su hijo Emiliano, en 2011. Ese vínculo se fue deteriorando con el alejamiento del líder camionero de la Casa Rosada.
Moyano se cruzará también allí con Capitanich, con quien mantuvo críticas cruzadas en el último tiempo. Varias veces llamó al funcionario "Kiko" en lugar de "Coqui", su sobrenombre, y dijo que lo aburre escucharlo. El jefe de Gabinete lo chicaneó con el paro del 10 de abril, al atribuirles el impacto a los piquetes que realizó la izquierda.