La derrota por puntos que decretaron los árbitros poco tuvo que ver con la opinión de las tribunas: cuando se conoció el fallo, miles de espectadores silbaron a Floyd Mayweather por su floja defensa del título ante Marcos "Chino" Maidana. Incluso antes de haberse bajado del ring, el argentino lo desafió: "La pelea la gané yo, estoy preparado para la revancha".
Con el mismo tono eufórico lo recibieron debajo del cuadrilátero. En cuanto descendió, el boxeador santafesino fue rodeado por una turba de argentinos que al grito de "olé, olé, olé, Chino, Chino" lo acompañó al vestuario entre abrazos, elogios y fotos.
br/Infobae pudo ingresar junto al equipo de Maidana tras las bambalinas del MGM Grand Las Vegas. Allí, sus acompañantes siguieron los festejos. En silencio y con caras largas, el cuerpo técnico de Mayweather parecía el verdadero perdedor del duelo.
La molestia pudo verse incluso en el rostro del propio norteamericano luego de que fuera declarado ganador: cuando intentó hablar por los altoparlantes al público presente, la silbatina de todo el estadio fue tal que sus palabras ni siquiera alcanzaron a oírse.
El fastidio llegó al punto de que los norteamericanos no soportaron las celebraciones argentinas: lejos de la tranquilidad que mostró en la previa junto a Mayweather y Justin Bieber, el cantante Lil Wayne intentó atacar a Maidana y su equipo cuando todavía hacían declaraciones a la prensa. El famoso rapero, según pudo presenciar Infobae, fue frenado por sus propios compañeros y por el corpulento manager de Maidana, Sebastián Contursi.
Argentinos y norteamericanos se retiraron cada uno por su lado. Los roles estaban invertidos: unos estaban molestos como si hubiera perdido; otros, contentos como si hubieran ganado. En los papeles, Mayweather se quedó con el título. Pero la reprobación generalizada que provocó su actuación lo llevó a ofrecer un segundo combate apenas minutos después: "Si Maidana quiere, tenemos la revancha en septiembre".