Según indica una encuesta realizada por el instituto Sensus y publicada este domingo por la revista semanal ISTOÉ, la elección presidencial en Brasil, que se realizará en octubre, será definida en la segunda vuelta.
Esta es la primera encuesta que sugiere la posibilidad de que la elección del próximo presidente de Brasil sea definida en una segunda ronda electoral. De acuerdo con los datos, la actual jefa de Estado, Dilma Rousseff, obtuvo el 35 por ciento de las intenciones de voto, seguida por el precandidato socialdemócrata Aécio Neves, que recibió el 23,7 por ciento. En tercer lugar marcha el socialista Eduardo Campos, a quien votarían el 11 por ciento de los entrevistados.
Sumados, los precandidatos del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y del Partido Socialista Brasileño (PSB) obtuvieron el 34,7 por ciento de las intenciones de voto, lo que constituye un empate técnico, puesto que la encuesta trabaja con un margen de error de 2,2 puntos porcentuales para más o para menos.
De confirmarse estos resultados, la mandataria del Partido de los Trabajadores (PT) enfrentaría en la segunda vuelta al senador socialdemócrata. El mismo resultado se obtuvo al incluir entre los presidenciables a candidatos de partidos menores, como Levy Fidelix, del Partido Renovador Laborista Brasileño (PRTB, por sus siglas en portugués), y Randolfe Rodrigues, del Partido Socialismo y Libertad (Psol).
En ese escenario, Rousseff obtendría el 34 por ciento de las intenciones de voto y los demás candidatos sumados el 32,4 por ciento. La diferencia, una vez más, se mantiene dentro del margen de error del estudio.
En Brasil, para lograr la victoria en la primera ronda se precisa que el candidato más votado obtenga más apoyos que la suma de los sufragios conseguidos por el resto de contrincantes.
El director de Sensus, Ricardo Guedes, evaluó a propósito de los datos: "La lectura completa de la encuesta indica que la presidenta tendrá muchas dificultades para revertir el cuadro actual".
De hecho, el presente estudio confirma la pérdida de intención de voto que han revelado las últimas encuestas, las cuales revirtieron la tendencia que se venía registrando desde 2011, cuando todos los sondeos le conferían una ventaja sobre sus adversarios que la hacían vencedora, con comodidad, en la primera ronda.
Las dos últimas encuestas divulgadas el martes pasado y el 17 de abril indicaron, respectivamente, una caída en la intención de voto a la presidenta de seis y tres puntos porcentuales, en un periodo de entre un mes y medio y dos meses.