Un tribunal egipcio sentenció el sábado a 102 supuestos islamistas a 10 años de prisión por protagonizar disturbios, mientras comenzaba la campaña para las elecciones presidenciales de este mes.
El caso ventilado en El Cairo es uno de varios juicios colectivos efectuados en Egipto en medio de una campaña contra los islamistas y los partidarios de la Hermandad Musulmana del derrocado presidente Mohamed Mursi.
Se supone que el mariscal retirado Abdul Fatá Al Sisi, que encabezó el derrocamiento de Mursi el 3 de julio, es amplio favorito para ganar las elecciones presidenciales del 26 y 27 de mayo en momentos en que el país se ve sacudido por una ola de fervor nacionalista.
Su único oponente, el político izquierdista Jamdin Sabahi, inició el sábado su campaña desde la ciudad sureña de Assiut prometiendo "concretar la democracia, el desarrollo y la libertad para cada egipcio". Sabahi dijo a la prensa que escogió el sur porque espera eliminar la pobreza y el desempleo, como también poner fin a políticas que concentraron el desarrollo en la capital y marginaron el sur, donde los islamistas tienen influencia.
Más tarde durante el día, Sabahi prometió que mantendrá a los militares al margen de la política si gana la presidencia. También prometió abolir una ley divisiva que prohíbe las protestas no autorizadas por la policía, una medida que ha derivado en arrestos de activistas.
"No es adecuado sobrecargar a los militares o involucrarlos en medio de un conflicto político", afirmó.
Al Sisi lanzó su campaña electoral en Twitter después de medianoche con la etiqueta "Viva Egipto". Durante el día su campaña colocó el primer video del candidato que parece haber sido tomado durante una entrevista con televisoras locales que será difundida el lunes.
Los carteles de Al Sisi en El Cairo lo presentan como un hombre fuerte "en la lucha contra el terrorismo", refiriéndose a la ola de ataques de milicianos islamistas que siguieron al derrocamiento de Morsi.
Mientras tanto, un juez sentenció a los 102 islamistas por participación en disturbios violentos en un vecindario de El Cairo y posesión de armas.