En plena gira oficial por Asia-Pacífico de Barack Obama y el refuerzo de la presencia militar de EEUU en la región, el líder norcoreano Kim Jong-un instó a su Ejército a estar preparado para ganar cualquier confrontación con EEUU.
El llamamiento se hizo tras celebrarse en Seúl una reunión entre Obama y su homóloga surcoreana Park Geun-hye, donde se abordó la cuestión nuclear de Corea del Norte. El mandatario de los EEUU declaró que Corea del Norte supone una "directa amenaza no solo para la región asiática, sino también para los EEUU". En esta situación coincidieron en que "Corea del Sur y EEUU harán lo posible con el fin de repeler nuevas provocaciones de Pyongyang".
"En un momento en el que Corea del Norte amenaza con nuevas provocaciones y habla abiertamente de la posibilidad de una nueva prueba nuclear, la visita del presidente Obama a Corea del Sur será una importante advertencia de que no toleraremos provocaciones de Corea del Norte", enfatizó la mandataria surcoreana.
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Corea del Norte es un "Estado paria" y débil cuya frontera fuertemente militarizada con el Sur "marca el límite de la libertad", había declarado el sábado el presidente estadounidense durante un discurso ante las tropas de su país en Seúl. Además, el mandatario afirmó que el compromiso de Washington con la seguridad de Corea del Sur "se reforzará" en el caso de una agresión de su vecino del norte, y añadió que las "amenazas" de Pyongyang "no llevan a nada".
Tras la declaraciones de Obama, el líder norcoreano realizó varias visitas a instalaciones militares y presidió una reunión de altos mandos de sus fuerzas armadas, informaron este domingo los medios oficiales.
Kim presidió este domingo una amplia reunión de la Comisión Militar Central del Partido del Trabajo (denominación del partido Comunista norcoreano), señaló la agencia de noticias oficial norcoreana KCNA.