El Fondo Monetario Internacional (FMI) le recomendó a Latinoamérica una mayor prudencia fiscal, con ajustes profundos en Venezuela y Argentina, para sortear las turbulencias que desate el recorte del estímulo monetario de Estados Unidos y la menor demanda china por las exportaciones regionales.
En su reporte "Perspectivas Económicas para las Américas", presentado en la capital de Perú, el FMI analizó las amenazas que enfrenta la región, encabezadas por la volatilidad en los mercados financieros y una caída mayor de la prevista en los precios de las materias primas que exporta.
"Para la región en su conjunto, las perspectivas (de crecimiento económico) permanecen ensombrecidas por riesgos a la baja", dijo el organismo, que reiteró las proyecciones económicas que había dado a conocer a principios de mes.
Para Argentina y Venezuela, el FMI dijo que las perspectivas de expansión son difíciles ante los "importantes desequilibrios macroeconómicos y a políticas distorsivas" que llevaron a estos países a aplicar controles comerciales, de precios y cambiarios.
"En Argentina y Venezuela se necesitan ajustes de política profundos para restablecer la estabilidad macroeconómica y evitar dinámicas desordenadas", dijo el Fondo.
Sobre Argentina, el FMI resaltó que "las recientes medidas para permitir un tipo de cambio más débil, tasas de interés internas más altas y menores subsidios a ciertos servicios públicos son pasos en la dirección correcta".
El organismo se refirió a la devaluación del 20% que el gobierno de Cristina Kirchner ejecutó en enero, mientras paralelamente elevó las tasas de interés a niveles del 30% anual, de tal manera que se desacelerara la economía. El ministro de Economía argentino, Axel Kicillof, un fuerte crítico de los organismos internacionales y el capitalismo, ejecutó un programa característico de la ortodoxia económica, sin que se lo pidiera el FMI. Adicionalmente, recortó los subsidios a las tarifas de gas, que implican un aumento de hasta 500% en el servicio para las familias de clase media.
La combinación de estas medidas han sido destacadas por el FMI, ya que fueron impulsadas sin su consejo y ejecutadas por un gobierno que siempre critica las políticas del Fondo.
"En Argentina, el nivel elevado de producción agrícola impulsó el crecimiento del PIB real a principios de 2013, pero la actividad se desaceleró de manera pronunciada en el segundo semestre del año, y la confianza de los agentes económicos se ha deteriorado", subrayó.
Para el organismo que conduce la francesa Christine Lagarde, por la falta de "financiamiento externo, las autoridades argentinas han aumentado su dependencia del crédito del Banco Central para financiar el déficit fiscal".
América Latina
El punto vulnerable para los países latinoamericanos está en las cuentas fiscales, sobre todo para América Central y el Caribe, según el Fondo. "Las débiles posiciones fiscales representan una importante vulnerabilidad interna en muchas economías", dijo en el informe.
A las economías integradas financieramente (Brasil, México, Colombia, Chile, Perú y Uruguay) que tienen finanzas públicas sólidas y bajos déficit de cuenta corriente externa, el Fondo les recomendó una posición fiscal neutral. A las que no, les sugirió reducir sus niveles de deuda.
Aunque no aclaró a cuáles de estas naciones recomendaba el ajuste para ir disminuyendo pasivos, en países como Brasil muchos economistas están preocupados por las finanzas públicas en un año electoral marcado por una desaceleración en la recaudación y un aumento en los subsidios.
El gobierno brasileño prometió, este mes, aumentar el ahorro fiscal durante el próximo año y una mayor austeridad.