"Hola, te habla el padre Bergoglio" es una frase que emocionaría a cualquier argentino pero no lo sorprendería. a href="https://www.infobae.com/" rel="noopener noreferrer" Francisco/a demostró durante su papado que son habituales las conversas con sus compatriotas cuando algún determinado tema lo conmueve. Sin embargo, la difusión de los contenidos de estas comunicaciones generó preocupación en el seno del Vaticano.
El portavoz Federico Lombardi pidió no deducir de los mensajes personales del Papa consecuencias relativas a las enseñanzas de la Iglesia. El sacerdote aclaró que esas comunicaciones telefónicas son parte de las "relaciones personales pastorales" de Francisco. "Como no se trata absolutamente de la actividad pública del Papa no hay que esperar informaciones o comentarios por parte de la Oficina de Prensa", agregó.
La polémica surgió luego de que Jaqueline Lisbona, una mujer de Santa Fe, haya declarado en los medios que recibió un llamado del Papa para autorizarla a comulgar. La mujer no podía confesarse ni recibir la eucaristía porque vive con un hombre divorciado, algo que para la creencia religiosa es pecaminoso. Según los dichos de la mujer, Francisco le dijo que vaya a otra parroquia y cumpla con el sacramento como una fiel más.
Lombardi aseguró que este tipo de noticias y su amplificación mediática son fuente de malentendidos y confusión. Ayer, el sacerdote José Ceschi, de la localidad de San Lorenzo, descreyó de la versión de Lisbona.
"Es imposible que el papa Francisco le haya dado permiso, es imposible que haya hecho eso", interpretó Ceschi. No obstante, consideró verosímil que el pontífice haya llamado a la mujer en respuesta a una carta que esta le envió el año pasado para plantearle su situación matrimonial porque "él sorprende así a la gente".