La autocrítica de Aníbal Fernández por la "sensación de inseguridad"

El legislador admitió que dijo la frase que generó innumerables críticas en los últimos años y ahora no le molesta que la vinculen que el robo en Gerli: "Me tengo que joder por pelotudo"

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Natalia Bohdan
Natalia Bohdan

El senador Aníbal Fernández hizo autocrítica por la recordada definición "la inseguridad es una sensación", que hoy mismo lo convierte en blanco de la crítica tras cada nuevo episodio delictivo.

La historia se repitió con mucha más fuerza luego de que el legislador kirchnerista fuera víctima de un asalto en la provincia de Buenos Aires: dirigentes de la oposición, analistas políticos y usuarios de redes sociales recordaron la polémica frase sobre la inseguridad. Y Fernández, que en otras ocasiones se había asegurado que nunca había dicho lo que se le atribuía, decidió aceptar la crítica.

El ex jefe de Gabinete aseguró esta mañana que no le molesta que hoy, en cada nota que da cuenta del robo de su vehículo, se recuerde aquella expresión: "Por mí que la comparen, porque la dije. Si soy un pelotudo, me tengo que joder por pelotudo".

De todos modos, Fernández apuntó contra los periodistas que utilizaron su definición: "Todo estaba dirigido a decir que no hay hechos de inseguridad. Y es mentira, los hay, me tocó a mí en esta circunstancia y hay que callarse la boca y hacerse el que no pasó nada".

En declaraciones a Rock&Pop, el senador del Frente para la Victoria se permitió "dar un consejo" a cualquier persona que sea abordada por delincuentes armados, como le sucedió a él en la localidad bonaerense de Gerli: "A mí me salió bien porque yo me callé la boca, dije 'llévense todo, bajá el arma', no me hice el loquito y listo, estoy de lo más tranquilo". "¿Si puedo ayudar en algo? Sí, hagan esto, que se termine la cosa lo mas rápido posible. Es muy feo que te encañonen, no me había pasado nunca", recalcó.


El legislador oficialista además dio nuevos detalles del asalto que sufrió el sábado por la noche y contó qué fue lo que le robaron, además del automóvil marca BMW: "Se llevaron dos teléfonos, un par de anteojos, los famosos (que usó en el Senado) y la llave del coche. También el iPad, que estaba ahí. No recuperé nada de todo eso".

Lo que sí provocó una respuesta contundente de Fernández fue la crítica que apuntó al costo del BMW que manejaba cuando lo asaltaron: "Yo me rompo el alma, lo compré con lo que gano como abogado, porque gracias a Dios parece que soy bueno y por eso me llaman para trabajar. No siento que tenga que estar pidiendo perdón".

"Tipos más austeros que yo no debe haber dos en la vida", se ufanó el senador, quien contó que cuando lo abordaron los malvivientes "venía de comprar nueve tartas en (un local de) Puerto Madero y las llevaba en el coche". Para reforzar su explicación, apuntó: "No me gustan las motos, ni las guitarras eléctricas de millones de dolares, ni los barcos ni los aviones ni los helicópteros". La frase generó especulaciones sobre si había realizado alguna referencia indirecta a Amado Boudou, por los primeros dos artículos de lujo que mencionó.

Finalmente Fernández volvió a desestimar las críticas por las características de su rodado: "Toda mi vida tuve autos de alta gama. ¿Ando por la calle con un toldo? No me escondo para usar un coche. Yo en mi vida puedo mostrar mi declaración jurada y qué hago con cada una de las cosas que tengo".

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