Brasil teme una ola de huelgas policiales en vísperas del Mundial y prepara mayores acciones militares

El gobierno de Dilma Rousseff ordenó al Ejército estar listo para tomar control de las ciudades que serán sede de la Copa del Mundo frente a las amenazas para generar inseguridad. El aeropuerto Tom Jobin de Río está paralizado

AFP 163

Agentes de seguridad paralizaron el Aeropuerto Tom Jobim de Río de Janeiro, por donde pasarán parte de los 3,6 millones de turistas que viajarán a Brasil durante la Copa del Mundo, que se pondrá en marcha dentro de 55 días.

"El primer escalón del gobierno de la presidenta a href="http://www.infobae.com/personajes/dilma-rousseff-a572" rel="noopener noreferrer" Dilma Rousseff/a monitorea el riesgo" de nuevas huelgas policiales en estados que van a recibir partidos del Mundial, consignó el diario Folha de Sao Paulo. Funcionarios del gobierno se comunicaron con las autoridades provinciales para informales que las Fuerzas Armadas están en alerta y prontas para ser desplazadas en caso de que las policías locales entren en paro.

Según trascendió, las autoridades cuentan con informaciones sobre posibles huelgas en al menos tres estados donde se disputará el Mundial: Mato Grosso, Rio Grande do Norte y Amazonas, en cuya capital Manaus chocarán el 14 de junio las selecciones de Italia e Inglaterra.

Para analistas locales la rápida respuesta del Palacio del Planalto a la huelga policial declarada el martes en el estado de Bahia puede ser un precedente sobre como se actuará para garantizar la seguridad durante el certamen ecuménico.

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Poco después de iniciado el conflicto, la presidenta firmó un decreto en el que autorizó el envío a Salvador de Bahia, la capital estadual, de miembros de las Fuerzas Armadas y la Fuerza Nacional de Seguridad, integradas por policías de elite de varios estados.

"Es inaceptable que la seguridad de la población bahiana sea puesta en riesgo, el gobernador Jaques Wagner tiene todo el apoyo de mi gobierno para garantizar la seguridad de la población de Bahia", advirtió Rousseff el jueves.

"Autoricé el envío de tropas federales para dar apoyo a la seguridad pública y garantizar la paz en Bahia", agregó la jefe de Estado cuando envió a ministros y jefes de las Fuerzas Armadas a Bahia para presionar a los huelguistas.

El estadio Fonte Nova recibirá seis partidos mundialistas y se estima que unos 70.000 turistas llegarán a Salvador durante el evento, mientras varias aerolíneas internacionales ya anunciaron que ampliarán la frecuencia de vuelos desde Europa.

Finalmente los policías rebeldes levantaron el paro tres días después de haberlo iniciado, en contraste con lo ocurrido en 2012 cuando estuvieron de brazos cruzados durante 12 días en los que se registraron más de 100 asesinatos y decenas de saqueos.

"La Copa será muy segura... habrá una seguridad pesada, las Fuerzas Armadas participarán (en el plano) disuasorio y (si es necesario) también en la contención" de situaciones que amenacen el evento, dijo Rousseff.

Anunció que varios jefes de Estado llegarán a Brasil entre junio y julio, entre quienes mencionó a los líderes del grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y a la canciller alemana Angela Merkel, quien viajará a Bahia para asistir a un partido del seleccionado germano.

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En tanto los agentes de seguridad del Aeropuerto Internacional Tom Jobim suspendieron este viernes sus actividades por 24 horas y realizaron una protesta en la Terminal II en horas de la mañana, cuando había un importante número de pasajeros en este fin de semana largo por las Pascuas.

Una medida de fuerza similar se registró el jueves en el aeropuerto Santos Dumont, también en Río de Janeiro, que recibe vuelos de cabotaje.

Fuerza Sindical, la segunda organización gremial brasileña, anunció que prepara una seguidilla se paros a partir de mayo que continuarán durante el Mundial, que dará inicio el 12 de junio con el choque entre Brasil y Croacia en el estadio Arena Corinthians ("Itaquerao") de Sao Paulo.

"Nadie está contra la Copa, pero la verdad es que ésta ayuda a dar visibilidad a los paros y a tener repercusión internacional", declaró el diputado opositor Paulo Pereira da Silva, presidente licenciado de Fuerza Sindical.

Esa organización planea realizar una huelga y un acto nacional el 6 de junio en el que espera contar con el respaldo de los 479 sindicatos afiliados, entre los que hay agremiaciones de metalúrgicos, obreros de la construcción y de varias policías provinciales.