Mayor autonomía a las regiones y un "status especial" para la lengua rusa, prometió el premier
ucraniano interino Arseni Iatseniuk, durante un discurso al país que ofreció el viernes junto al el presidente Oleksandr Turchinov.
Iatseniuk anunció una "reforma constitucional global" que llevará a la abolición de las administraciones estatales de las regiones y los distritos y reforzará "el poder de las regiones".
Por su parte, el presidente Turcinov afirmó que "para garantizar la paz y la comprensión mutua entre los ciudadanos ucranianos, se les otorgará a los consejos regionales, municipales y distritales el poder de decidir la asignación del estatus de lengua oficial al ruso o a otra lengua hablada por la población local, junto a la lengua del estado ucraniano".
El anuncio tiene como objetivo desactivar las protestas y los movimientos separatistas de las regiones pro rusas del país, después de que el último 16 de marzo la península de Crimea votara en un referéndum su separación formal de Ucrania y su anexión a Rusia.
Mientras tanto, rebeldes pro rusos siguen ocupando edificios administrativos en una decena de ciudades de la rusófona Ucrania oriental, a pesar del acuerdo que se alcanzó el jueves en Ginebra. Allí, tanto Rusia como las potencias occidentales y Ucrania, se comprometieron al desarme de los grupos prorrusos y al abandono de los edificios públicos ocupados.
Sin embargo, un día después, los activistas se niegan a desarmarse y son respaldados por Rusia, que declaró que el abandono de las armas acordado incluye también a la cúpula de Kiev. br/
La crisis en Ucrania lleva ya varios meses y ha abierto un conflicto geopolítico que enfrenta a las potencias occidentales con Rusia. Comenzó con las protestas contra el presidente prorruso Víktor Yanukovich, pero el alcance de la crisis es todavía incierto, en tanto no se vislumbra aún una posible solución al conflicto.