A plena luz del día, en una de las ciudades más importantes del mundo, al costado de una de sus avenidas más transitadas y frente a las cámaras de televisión, el ladrón hizo su trabajo como si nada. Una muestra de la impunidad creciente que se vive en la ciudad que albergará la final del próximo Mundial de Fútbol.
Era el miércoles por la mañana cuando una transeúnte -cuya identidad fue preservada- era entrevistada por la cadena RJTV. El tema, los recurrentes robos que se viven en la zona.
Ella se refería a la falta de policías patrullando cuando por detrás apareció un adolescente. En un movimiento increíblemente rápido, tomó el collar que tenía colgado, lo rompió y salió corriendo.
Mientras atravesaba la calle, esquivando los automóviles, el periodista que realizaba la entrevista empezó a perseguirlo. Pero desistió pocos metros más adelante.
Para suerte de la mujer, que no resultó herida, el delincuente no logró llevarse el botín. El collar quedó en manos de su dueña.
Pero este intento de robo en apariencia menor no hace más que
por las garantías que ofrece Brasil para organizar la
, cuando faltan apenas
.