La vocera del Departamento de Estado norteamericano, Jennifer Psaki, confirmó las negociaciones entre ambos países. La cumbre incluiría a la Unión Europea, también enfrentada con Moscú por las políticas de Vladimir Putin.
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, habló este lunes con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, para transmitirle su "gran preocupación" por movimientos de grupos prorrusos en Ucrania que parecen "orquestados" por Moscú, informó la vocera del Departamento de Estado, Jen Psaki.
Psaki anunció que Kerry dejó claro a Lavrov que Estados Unidos "vigila de cerca" las protestas en las regiones de Donetsk, Lugansk y Járkov, donde en las últimas 24 horas se han tomado edificios administrativos con llamamientos secesionistas y a favor de Rusia.
"El secretario Kerry señaló que estos eventos no parecen espontáneos, sino una campaña orquestada cuidadosamente con el apoyo de Rusia", aseguró Psaki. El Departamento de Estado pidió al gobierno ruso que tome medidas que permitan reducir la escalada de tensión y que detenga el apoyo a movimientos que tienen muchas similitudes con los que actuaron en marzo en Crimea, región incorporada a Rusia.
Kerry recordó a Lavrov que las autoridades ucranianas han detenido a miembros de la inteligencia rusa en el país y que las nuevas autoridades de Kiev, favorables a una mayor integración con la Unión Europea, van a viajar a esas regiones para negociar una salida que evite la ruptura territorial.
El jefe de la diplomacia estadounidense pidió a Moscú que "desautorice públicamente las actividades separatistas, saboteadores y provocadores, con el fin de reducir la escalada y el diálogo", así como llamar a las partes a frenar la "agitación".
También la Casa Blanca pidió de nuevo al presidente ruso, Vladímir Putin, a que "cese todos sus esfuerzos por desestabilizar Ucrania" y le advirtió sobre nuevas "consecuencias" si continúa con su intervención militar.
"Si Rusia se mueve hacia el este de Ucrania, ya sea abiertamente o de forma encubierta, esto sería una escalada muy grave (de las tensiones)", afirmó el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney.
El temor del gobierno de Ucrania es que en el este del país haya regiones que se declaren independientes y reclamen la anexión a la Federación Rusa, tal como lo hizo Crimea a mediados de marzo. El referéndum convocado por las autoridades prorrusas de esa península fue considerado ilegítimo por la comunidad internacional y condujo a una crisis política con dos polos opuestos: Occidente y Rusia.
Los gobiernos europeos y estadounidense aplicaron sanciones inmediatas a Moscú para desalentar las acciones en Ucrania. Pero en este país, que formó parte de la Unión Soviética y donde vastos sectores de la población se identifican con Rusia, los movimientos separatistas se han multiplicado en las últimas semanas, lo que mantiene en alerta a Kiev y sus aliados.