"Este sismo no de 8.2 -según las cifras que mantiene el USGS norteamericano- no es el gran terremoto que estamos esperando en esta área", le dijo el geofísico Mark Simons, de Caltech, en Pasadena, a la cadena CNN. Agregó que estima que habrá "un terremoto mucho más grande".
Lo que no puede afirmar es si ocurrirá mañana o dentro de 50 años: "No sabemos cuándo sucederá". Luego explica que la predicción se sostiene por la geografía del terreno sobre el que se encuentra Chile.
Un arco de volcanes y fallas geológicas que recorre el Océano Pacífico y que es conocido como el "anillo de fuego" atraviesa el país de norte a sur. Esto justifica los movimientos, que han sido cada vez más habituales en los últimos años.
Desde 1973, Chile ha sufrido más de una docena de terremotos de 7.0 grados o más. El más reciente, previo al de este martes, fue el que le costó la vida a más de 500 personas en 2010. En esa oportunidad, la intensidad fue de 8.8 grados.
El sismo de Iquique era previsible, según los datos del último mes, en el que se han registrado más de un centenar movimientos leves en la zona. Los últimos de marzo alcanzaron los 6.7 y 6.1 grados. Si bien hace 140 años que los sismos leves son una cuestión habitual a lo largo del país, la frecuencia se había elevado considerablemente.
Cuando se produce un terremoto, la superficie se rompe y las placas tectónicas se montan una sobre otra. Pero esto "no sucedió en el sismo de este martes", asegura Simons, y se trata de "un área que no se ha roto en los últimos 140 años".
Debido a que se trata de una zona de mucho movimiento y rupturas, Simons concluye que es una cuestión de tiempo que esto suceda. Por eso el especialista concluye que sobrevendrá "otro terremoto de 8.8 u 8.9 en el futuro".